La actividad industrial creció durante junio 10,5% en relación a mayo y quebró así dos caídas intermensuales consecutivas, 5,6% en mayo y 0,7% en junio.

También la construcción recuperó su nivel de actividad, 6,8% en junio, pero luego de cuatro caídas intermensuales, debido a la segunda ola de Covid-19.

Como era de esperar, debido a la muy baja base de comparación, la actividad fabril de Julio estuvo 19,1% en relación a igual mes del año pasado, cuando operaron a pleno las restricciones para combatir el Covid-19, y la Construcción, el 28,6%.

De esta manera el primer semestre del año mostró subas del 22,4% en la Industria y del 61,6% en la construcción.

Apenas se conocieron los datos, el Ministerio de Economía dio cuenta que la industria acumuló en el primer semestre un aumento de 4,6% respecto a enero-junio de 2019.

Pero también dio cuenta que “durante junio, aún persistieron los problemas asociados a la provisión de oxígeno, sumado al ausentismo por contagios de COVID y las dificultades de logística internacional en la industria automotriz”.

El Ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, aseguró antes de que se difundieran los datos que “hay una reactivación industrial muy fuerte que ha llegado para quedarse. Este es nuestro modelo y no vamos a cambiar”. 

“Estamos poniendo en marcha un montón de fábricas que habían sido cerradas. No solo en el gran Buenos Aires, en Rosario la fábrica de electrodomésticos Liliana que por la política del gobierno anterior tuvo una fuerte crisis y hoy ya superó los mil puestos de trabajo. Hay inversiones en Chaco, Catamarca, La Rioja, San Juan”, aseguró el funcionario en declaraciones a Radio Continental. 

Kulfas aseguró que “desde el fin del confinamiento se crearon 45 mil nuevos puestos de trabajo en el sector industrial y el sector automotriz incorporó muchísima gente nueva a trabajar. Estos son los desafíos que tenemos por delante, los problemas que se plantean son cómo encontrar la calificación laboral necesaria, cómo capacitar, cómo complementar”.

Sin embargo, reconoció que “existen sectores que van a ser los últimos en recuperarse porque no dependen de políticas específicas sino de la certidumbre respecto a la salida de la pandemia”, como el turismo, la gastronomía, o la actividad cultural.