La inflación porteña tocó el piso más bajo desde 2020 aunque los servicios tiraron hacia arriba
Con una inflación del 1,6%, Buenos Aires anotó el menor registro mensual en cinco años. El alza interanual fue del 48,3%. Los bienes subieron menos que los servicios y hubo una fuerte baja en los productos estacionales. El dato porteño anticipa el clima previo al IPC nacional.
La inflación en la Ciudad de Buenos Aires fue del 1,6% en mayo, el nivel más bajo en casi cinco años. Desde junio de 2020, cuando el índice marcó un 1,4%, no se veía un número tan contenido. En un escenario donde el Gobierno busca mostrar señales de desaceleración, el dato del Instituto de Estadística y Censos porteño (Idecba) alimenta el optimismo oficial, justo antes de que el Indec publique el dato nacional.
El informe difundido este lunes también señaló que la variación acumulada en los primeros cinco meses del año fue de 12,9%, mientras que la comparación interanual trepó a 48,3%. En ese recorrido, se observa un patrón que se repite desde principios de año: los precios de los servicios siguen subiendo más que los bienes, y el componente estacional empieza a jugar a favor de la baja mensual.
Los sectores que más influyeron en la suba de mayo fueron restaurantes y hoteles, vestimenta, vivienda, salud y transporte. Estas divisiones explicaron más de la mitad del alza mensual, según el relevamiento oficial. Mientras tanto, los bienes subieron apenas 0,8%, pero los servicios treparon un 2%, lo que ratifica una brecha que se viene profundizando mes a mes. En los últimos doce meses, los servicios aumentaron 64,4% y los bienes apenas 34,2%.
Por categoría, la ropa y el calzado subieron 2,9%, arrastrados por la llegada de la nueva temporada y los clásicos ajustes de precios estacionales. Restaurantes y hoteles anotaron un incremento del 2,7%, con fuerte impacto de las comidas listas para consumir y la gastronomía porteña. El rubro salud subió 2,3% en el mes, empujado por cuotas de medicina prepaga y precios de medicamentos, mientras que la categoría de vivienda y servicios básicos también aumentó 2,1%, en sintonía con los alquileres y las expensas.
En paralelo, el informe reflejó que los precios de los alimentos crecieron un 1,3% en promedio. Hubo aumentos en carnes, panificados, lácteos y huevos, pero también bajas en frutas y verduras, lo que ayudó a moderar el impacto general. El acumulado anual en este grupo es del 12,3% y el interanual del 37,2%. Educación, con una suba del 1,5% por actualizaciones en cuotas de colegios privados, mostró una variación interanual del 95,9%.
Un dato central para la contención del índice fue la baja de 3,6% en los precios estacionales, con frutas, verduras, legumbres y algunos servicios turísticos marcando retrocesos. También ayudó la estabilidad del grupo de precios regulados, que subieron 1,7%, y del “Resto IPCBA” –inflación núcleo sin componentes regulados ni estacionales–, que avanzó 2,1%. Este último dato estuvo en línea con el promedio mensual general.
El informe también desglosó precios promedios de referencia: el kilo de nalga se pagó $16.313, el litro de leche $1.641 y el kilo de queso de máquina $16.482. Un shampoo costó en promedio $6.314 y un corte de pelo para mujer se ubicó en $15.576, mientras que el masculino promedió $13.092. En tanto, el detergente se pagó $1.654 y la lavandina $1.284.
En otras divisiones, bebidas alcohólicas y tabaco subieron 3,8% mensual, con un incremento interanual del 90,1%. Los precios en el rubro cuidado personal y servicios sociales crecieron 3,1% en mayo y 66,3% en un año. Finalmente, seguros y servicios financieros avanzaron 1,9% y acumulan una suba del 95% en los últimos doce meses.
El dato de inflación en la Ciudad de Buenos Aires se conoce dos días antes del IPC nacional, que será publicado por el Indec este jueves 12 de junio. La expectativa es alta, especialmente luego de que el presidente Javier Milei anticipara que el índice nacional podría ubicarse por debajo del 2%. En ese contexto, el número porteño funciona como termómetro anticipado y refuerza el mensaje oficial de una posible consolidación del sendero desinflacionario.