Un grupo de expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) expresaron a través de una carta a la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, su preocupación respecto a la política de sobretasas aplicadas en sus créditos y advirtieron sobre el impacto que ese instrumento tiene "en materia de derechos humanos". Este es un reclamo que desde principios de 2020 mantiene la Argentina con el organismo, en pos de aliviar la situación financiera del país.

La misiva, cuyo texto trascendió en las últimas horas, lleva las firmas de la experta independiente de las Naciones Unidas sobre las consecuencias de la deuda externa para el pleno goce de todos los derechos humanos, Attiya Waris, y un grupo de titulares de Procedimientos Especiales de la ONU.

Allí, expresaron su "profunda preocupación por el impacto negativo diferenciado de la política de sobretasas que el FMI aplica en sus líneas de crédito, la que afecta, particularmente, a países con altos índices de endeudamiento externo" y advirtieron sobre el impacto negativo en "el pleno goce de los derechos humanos, en especial de los derechos económicos, sociales y culturales". Como parte de los países afectados por la política de sobretasas, la Argentina recibió una copia del texto, al igual que Albania, Angola, Armenia, Barbados, Ecuador, Egipto, Gabón, Georgia, Jordania, Pakistán y Túnez.

De acuerdo con los firmantes de la nota, la política de sobretasas del FMI afecta la capacidad de los países de ingresos bajos y medios de cumplir con sus obligaciones relativas al disfrute de los derechos humanos de sus poblaciones en áreas claves para el desarrollo humano como la salud, la educación y los servicios sociales.

En esta misma línea, el grupo de titulares de los Procedimientos Especiales de la ONU manifestó que encuentran "particularmente preocupante" que la política de sobretasas no haya sido revisada ni siquiera en un escenario global marcado por múltiples crisis simultáneas, tales como la pandemia de coronavirus, la crisis de seguridad alimentaria, emergencias climáticas, diversas guerras y conflictos humanitarios.

En este sentido, concluyen que "la actual política de sobretasas del FMI, a la cual no le encontramos justificación económica alguna, corre el riesgo de empujar a los países de ingresos bajos y medios a niveles de endeudamiento aún mayores", según trascendió de fuentes diplomáticas.

Para Argentina, la política de sobrecargos implica un encarecimiento del crédito de US$ 45.000 millones que se tomó con el FMI en 2018, durante el Gobierno de Mauricio Macri. Al firmar el acuerdo, el país comenzó abonando un tipo de interés de 4,25%, que se componía de los 25 puntos básicos que tenía la tasa básica de los DEG en marzo, más 100 puntos básicos de margen que aplica el FMI, a lo que se suman los 300 puntos de sobretasas que paga el país por estar excedido de su cuota. 

Pero ahora, por efecto de las nuevas políticas monetarias de los bancos centrales para contener la inflación, la tasa que paga el país ascendió a casi el 5,5%. Así, se estima que se destinarán al pago del crédito US$ 1.000 millones extra por año.

El Gobierno de Alberto Fernández viene reclamando desde hace tiempo sobre esta situación, incluso con su ex ministro de Economía, Martín Guzmán. Así lo hicieron por ejemplo en la cumbre del G20 en 2021 que se celebró en Roma. Los miembros de ese grupo de países emitieron un documento avalando la postura argentina.