El Índice de Pobreza aumentó al 40,9% al término del primer semestre del año, por encima del 35,4% de igual período del año pasado, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

En tanto el Índice de Indigencia, entendido este como la gente que es pobre, pero que además sus ingresos no alcanza para comprar el mínimo de alimentación requerida, ascendió al 10,5% al término del primer semestre, contra el 7,7% de enero-junio del año pasado.

De esta manera, y con una población estimada de 45 millones de habitantes, alrededor de 18 millones de habitantes estaban debajo de la línea de la pobreza, y entre ellos, 4,5 millones, eran indigentes.

Entre ambas mediciones, la economía en su conjunto cayó 19,1%, la desocupación aumentó al 13,1 %, del 10,6% anterior, y la inflación al 42,8%, según cifras del Indec.

El índice de Pobreza del 40,9% se ubicó por encima del 35,5% de finales del 2019, y representa el valor más alto desde el primer semestre del 2004, cuando fue del 44,3 %, a la salida de la crisis de la Convertibilidad. El de Indigencia, 10,5%, también superó al 8% de finales del año pasado.

El Indec dio cuenta que más de la mitad de las personas de 0 a 14 años son pobres, 56,3%, aunque el mayor crecimiento con relación al semestre anterior se observó en los grupos de personas de 15 a 29 años, con un aumento de 7,1 puntos porcentuales; y las de 30 a 64, con una suba de 5,7 puntos. El porcentaje total de pobres para ambos grupos es de 49,6% y 36,2%, respectivamente. En la población de 65 años y más prácticamente no hubo modificaciones y se mantuvo en 11,4% bajo la Línea de Pobreza.

El profesor de la Universidad Di Tella, Martín González Rozada, estimó que "en la primera mitad de este año, la pobreza habría alcanzado al 40/41% de la población urbana", frente al 35,4% que relevó el Indec en el primer semestre del año pasado. 

"Ese promedio se compone de un 33/35% en el primer trimestre y un 45/47% en el segundo trimestre",  dijo el especialista en temas de sociedad y economía en declaraciones radiales.

Desde el Gobierno, el Ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, había anticipado en agosto que debido a la caída de la economía, "ha aumentado la pobreza y la desigualdad en Argentina. Es evidente"

El ministro adelantó que "sin dudas va a haber un aumento de la pobreza porque subió el costo de los alimentos y porque mucha gente no solo que no tiene changas y tiene menos ingresos, también está endeudada".

Por su parte, la Vice Jefa de Gabinete, Cecilia Todesca, estimó hace 15 días que "gracias a la ayuda del Gobierno en medio de la pandemia" con los planes sociales, especialmente el IFE "se evitó que dos millones de personas caigan en la pobreza".

Más allá de las declaraciones, el Indec dio cuenta que el 30,4% de los hogares son pobres, con ingresos totales por familia de $ 25.759 mensuales, que no les alcanzó para comprar la Canasta Básica Total, que para una pareja con dos hijos ascendía $43.785.

Entre estos 2,8 millones de unidades relevadas por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), 754.000 viviendas estaban en situación de indigencia, es decir, tenían un ingreso mensual de $ 10.301, contra una Canasta Básica Alimentaria de $ 17.625.

Las ciudades con mayor índice de pobreza fueron Concordia, con el 52,2%;  Resistencia 48,7%; el Gran Buenos Aires, 47,5%; Salta 45,5%; Santiago del Estero, 42,5%;  Santa Fe 42,2%; entre otras.