No hay dólares para nada. A pesar de los acuerdos con empresarios, el nuevo sistema de importación, el dólar MEP para los turistas extranjeros, y el Qatar para los argentinos que quieren ir al exterior, las divisas no aparecen. Esta semana empresas automotrices, autopartistas y metalúrgicas debieron aminorar su producción, o directamente pararla, porque no tenían insumos “ni para hacer tornillos”.

En medio de este panorama, comenzó en el Palacio de Hacienda volvieron a estudiar la posibilidad de implementar un nuevo “dólar soja”, como lo hicieron en septiembre, y que le permitió ingresar solo en ese mes unos US$ 8.200 millones.

Pero claro, luego de ese aluvión, las ventas se fueron espaciando. En la secretaría de Agricultura y Ganadería saben que ya hay vendidas 27 millones de toneladas de soja y que quedan otras 10 millones en poder de los productores, que, a US$ 500 la tonelada permitiría el ingreso de otros US$ 5.000 millones.

Pero el tema no es tan sencillo. Desde el punto de vista económica, esos 10 millones de toneladas deben “estirarse” hasta marzo cuando comienza la nueva cosecha de soja, y el productor la usa como “moneda de cambio” para arrendar campos, pagar fertilizantes, u otros insumos, ya que la cosecha de trigo será un 30% inferior a la del año pasado y no dará tantos fondos para “pasar el verano”.

Además, no queda claro cómo implementarían este nuevo “dólar soja” luego de las restricciones que impusieron para los que participaron en su primera versión.

Un dato más, viene por el lado político. Luego de haber obtenido esos US$ 8.200 millones, que le permitió al gobierno cumplir con lo pactado con el Fondo Monetario Internacional, (FMI) el diputado Máximo Kirchner, salió al cruce de la medida.

"Las cerealeras nos pusieron de rodillas y hubo que darles otro dólar para que liquiden", dijo el ex jefe de la bancada oficialista, en un acto en Morón.