El precio de la soja disponible para julio, cuando Argentina ya tendrá levantada la totalidad de su cosecha, cotizaba hoy en el mercado de Chicago a US$ 609 la tonelada,  casi 3% por encima del cierre de ayer, y en los niveles más elevados de los últimos nueve años.

Uno de los factores que impulsó esta nueva suba, la segunda consecutiva que acumuló más del 5%, fue la noticia de que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) recortó la estimación de cosecha de soja en Argentina en 500.000 toneladas para ubicarla en 47 millones de toneladas.

En lo que respecta a Estados Unidos, tanto para este ciclo comercial como para el que viene, no hubo mayores sorpresas a lo esperado por el mercado, sino que se ubicó más bien en sintonía con lo previsto.

El economista del IERAl,  Juan Garzón, apuntó a que la estimación “confirmó que el balance entre la oferta soja proveniente, de Argentina, Brasil y Estados Unidos, frente a la demanda de granos, de China seguirá muy ajustada, y de allí que los precios sigan en alza”.

“A esto hay que sumarle que fondos de inversión se sumaron al mercado porque ven una opción de hacer ganancias rápidas ante un dólar débil y tasas bajas”, explicó Garzón a Data Clave.
En soja, la USDA redujo de 86,87 a 86,55 millones de toneladas las existencias mundiales. Por contrapartida, se elevó de 100 a 103 millones de toneladas la demanda mundial.

Para este ciclo, los stocks estadounidenses, que ingresan al mercado después de julio, fueron calculados en 31,93 millones de toneladas, por debajo de los 34,34 millones de abril y de los 32,39 millones esperados por el mercado.