La Unión Industrial Argentina (UIA) apuntó a que, a pesar de la recuperación de la actividad productiva a lo largo del 2021, “existen ciertos elementos de incertidumbre“, tanto en el plano local como internacional, para el año en curso.

El 2001 cerró con un incremento del 15,4% en el sector, “la primera suba luego de tres años consecutivos de caída en la producción industrial”, destacó el informe del Centro de Estudios de la UIA . 

Con este crecimiento “logró superar en niveles a otros años que no habían sido afectados por la pandemia: registró una suba de 7,1% respecto de 2019 y se ubicó casi en el nivel de 2018”. Fue el mayor nivel de producción desde 2017, quedando -3% debajo de aquel año”.

Sin embargo, "la producción fabril, aún está muy lejos de los máximos alcanzados: un 12,4% debajo del máximo de 2011 y un 21,1%, medido en términos per cápita, teniendo en cuenta el crecimiento de la población”.

En medio de este panorama, el 2022 “comenzó con el impacto de la tercer ola de covid, que derivó en un mayor ausentismo”.

A la situación sanitaria “se le sumaron otros elementos de preocupación a nivel macroeconómico. La incertidumbre continúa siendo un obstáculo para la toma de decisiones, principalmente de inversión, elemento esencial para la recuperación sostenida de la producción”.

La UIA trazó un panorama con incertidumbre para este año y reclamó mayores incentivos

Entre los factores que generan preocupación, según el CE-UIA se destacan “los niveles de inflación se aceleraron durante la última parte del año anterior y hay altas probabilidades de que se mantengan durante el año”. 

Esto ya repercutió en un cambio en el rumbo de la política monetaria, con subas en la tasa de interés “que podrían encarecer el financiamiento al sector privado, que registró durante el 2021 una caída del 10,4%”.

En lo que refiere al sector externo y cambiario, el anuncio del principio de entendimiento con el FMI “es un paso necesario en la normalización de las relaciones financieras internacionales de Argentina y abre la posibilidad para crear condiciones sostenibles para un proceso de crecimiento económico”. 

“Sin embargo, se trata de una condición necesaria pero no suficiente, para una economía que funciona con elevadas regulaciones cambiarias, con dificultades para la acumulación de reservas internacionales y dificultades para transitar un sendero de crecimiento económico sostenido”, apuntó la UIA.

En el plano internacional, “el panorama también muestra signos de preocupación” debido a que se espera que sea bajo o nulo crecimiento de los principales socios comerciales, Brasil: 0,3% y China 4,8%, “sumado a una mayor inflación mundial, un elevado valor de los fletes y el retiro de estímulos monetarios en los países desarrollados, con subas de tasas de interés internacionales”.

Otro de los puntos de mayor incertidumbre está vinculado con la sequía que recortó el pronóstico de cosecha de soja, “lo que complica el ingreso de divisas necesarias para abastecer de insumos al sector industrial”. 

“Con estos desafíos por delante, medidas para favorecer la recuperación de la inversión, las exportaciones y el empleo serán fundamentales de cara a la continuidad del proceso de recuperación industrial”, dijo la entidad que dirige Daniel Funes de Rioja.