La crisis energética está generando problemas en todo el mundo y Argentina no es la excepción. Los empresarios tomaron nota de esta dinámica, por lo que ya comenzaron conversaciones internas en las cámaras y con el Gobierno nacional para “mitigar” los efectos de este cimbronazo.

Un documento de la Fundación Alem ilustra muy bien la situación actual. “El abastecimiento energético del próximo invierno está en riesgo y se requiere, con urgencia, que el Gobierno presente un plan de contingencia frente a la crisis”, resaltaron.

A partir de 2010 nuestro país depende en forma creciente de importaciones de gas, principal fuente de nuestra matriz energética, desde Bolivia y de Gas Natural Licuado (GNL) que llega por barcos a los puertos de Bahía Blanca y Escobar, pero también de derivados de petróleo: gasoil y fueloil. 

El panorama se completa en forma “alarmante”: todavía no se han comprado los cargamentos de GNL necesarios para hacer frente al pico de consumo en el próximo invierno

Asimismo, los precios internacionales, que responden a la incertidumbre del conflicto bélico en Ucrania, muestran niveles superiores a los US$ 40 por unidad térmica, precios que duplican las previsiones del gobierno para este año y quintuplican los pagados en 2021.

“Estamos a las puertas del invierno 2022 y el aprovisionamiento de aproximadamente el 20% del gas que consumimos y el 15% del gasoil que necesitamos para levantar la cosecha y producir electricidad está en riesgo”, concluyó la Fundación Alem.

Por su parte, La Unión Industrial Argentina ya está analizando  internamente esta situación para generar medidas que mitiguen un posible impacto de la restricción energética mundial. El presidente de la entidad, Daniel Funes de Rioja, resaltó, durante la presentación del “Libro Blanco” con propuestas industriales, que el departamento de energía ya tomó nota y trabaja en el tema.

“El invierno asoma complicado para el abastecimiento energético, no es sólo un tema de precios”, afirmó Funes de Rioja durante la presentación del Libro Blanco con propuestas de política industrial de la Casa Fabril. “El departamento de energía va a hacer análisis sobre estos temas. Evitarlo, no se puede, trataremos de mitigarlo”, destacó.

“Estamos deliberando a ver qué medidas podemos adoptar y luego buscaremos concertarlas. El objetivo es disminuir los grados de imprevisibilidad, porque hoy es difícil ser previsibles, y ver las contingencias que podamos llegar a tener”, agregó el dirigente empresario.

Por su parte, el economista y director ejecutivo de la UIA, Diego Coatz, sostuvo que, de sortear esta situación, hay oportunidades en el mercado mundial para nuestro país. 

“Hay un problema coyuntural que es estructural. Hay una serie de inversiones estratégicas para potenciar muchos sectores. Si Argentina logra sortear el contexto, la oportunidad para exportar derivados de petróleo y energía es muy grande. Eso generaría mayor ingreso de divisas”, afirmó el economista.

Ayer, esta crisis expuso una interna dentro del Gobierno. Nuevamente el foco de conflicto estuvo entre la Secretaría de Energía, que conduce Darío Martínez, y el ministro de Economía, Martín Guzmán. El secretario acusó al ministro de no bajar la plata necesaria, sólo un 21%, para importar energía antes del invierno

Finalmente, la Casa Rosada salió a calmar las aguas y los recursos necesarios fueron girados a Energía. Sin embargo, la interna por este tema está lejos de resolverse y en los próximos meses podrían darse a conocer nuevos episodios.