Yo era chico (frase que se dice cuando ya uno “es grande”) cuando le sacaron “dos ceros” al pesos. Fue en 1970 y eran los Pesos Ley 18.188. Veníamos del “Peso moneda Nacional” y para que la gente se fuera adaptando a la conversión, se dispuso que mientras se confeccionaran los nuevos billetes, se continuaban continuaran emitiendo los existentes pero resellados con los nuevos valores.

De esta manera, los billetes de 100, 500, 1000, 5000 y 10 000 (m$n) fueron convertidos a 1, 5, 10, 50 y 100 Pesos Ley (18.188) respectivamente.

Había una canción “beat” de fines de los 60’ que decía “tengo un billete de m$n 1.000 – sábado – chicas para salir “ Es decir, 1.000 pesos eran un montón de plata, Francis Smith, el autor de tema, lo sabía.

Claro que la inflación en Argentina no se detuvo allí. La crisis del petróleo de 1973, y las tensiones internas desembocaron en “El Rodrigazo” en el tercer gobierno de Juan Domingo Perón, al que le sucedió su esposa, María Estela Martínez, más conocida como “Isabelita”.

Era junio del 75’ y el Ministro de Economía, Celestino Rodrigo impulsó una fuerte devaluación del 160 % para el solar comercial y del 100 % para el financiero. A esta medida se sumaron otras como la suba del 100 % en los servicios públicos y de transporte y un 180 por ciento de los combustibles. Todo con vistas a reducir el déficit fiscal. Ese año la inflación llegó al 182%.

En ese año se llegó a emitir el billete de UN MILLÓN DE PESOS, uno blanco y rosado, con la imagen de un San Martín adulto.

Los bancos se adelantan y le quitan “ceros” a sus cuentas

Vino el golpe militar del 24 de marzo de 1976 pero la inflación no mermó, incluso, con el atraso cambiario, tuvimos inflación en dólares.

Ya para inicios de los 80’ “los ceros” no entraban en la máquina y una de las última medidas del interinato del general Reynaldo Bignone dispuso la creación del “Peso Argentino”, que le sacó cinco ceros al anterior. Es decir, un Peso Argentino tenía una equivalencia de 10 000 Pesos Ley.

La verdad que ese también duró poco. Llegó la democracia, asumió Raúl Alfonsín, y en 1985, ante un inflación creciente, el 15 de junio lanzó el Plan Austral, y su moneda “El Austral”, que le quitó otros tres ceros . Es decir, $ 1.000 pesos pasaban a ser un Austral.

La inflación seguía, en 1989 Alfonsín tuvo que entregar por adelantado el mandato a su sucesor Carlos Menem asediado por una hiper-inflación del 3.079%

Menem no la tuvo fácil tampoco. En su primer año completo de gobierno tuvo una inflación del 1.343% y al año siguiente tomó las riendas del ministerio de Economía, Domingo Cavallo que lanzó un audaz plan económico que incluía la privatización de empresas públicas, la desregulación de decenas de actividades, y la creación de una nueva unidad de cuenta. El Peso Convertible. Un peso equivalía a un dólar y a 10.000 australes.

Los bancos se adelantan y le quitan “ceros” a sus cuentas

Con la crisis del 2001 se suspendió la Convertibilidad y los pesos dejaron su equivalencia con el dólar. Sin embargo, seguimos con ellos hasta nuestros días. Ya sea con la imagen de Eva Perón, o la de animales, que impulsó Mauricio Macri.

Claro que más allá de los cambios estéticos la inflación no cesó y la cantidad de ceros se acumularon. Así que el Banco Santader (ex Banco Rio para lo viejos) decidió quitar ceros.

Por cada compra que un cliente hace con tarjeta de crédito o débito le da puntos. Pues bien, ya había gente cercana al millón de puntos. Muchos ceros. Así que decidió “dividir por cinco” la unidad de cuenta y los 100.000 puntos, pasarán a ser 2.000, tanto los que recibe el cliente, como el valor de canje de los productos .

Hoy que la recaudación de impuesto supera el billón de pesos, y un café no cuestas dos, como en la escena de Nueve Reinas ¿Pensará el Gobierno hacer lo mismo?