El Gobierno ya puso en marcha su estrategia para “cuidar reservas” y “generar dólares” que apuntan al corto y mediano plazo, con la mirada puesta en los objetivos del acuerdo con el FMI. Julio marcó el segundo mes consecutivo con déficit comercial, dinámica que no se observaba desde 2018. Se espera un alivio en las compras de energía a partir de agosto, a lo que se sumará un endurecimiento en los controles a importaciones.

En los próximos días habrá una reducción en el plazo para las importaciones temporarias, mayor cantidad de bienes con licencias no automáticas y una revisión de las contrataciones de servicios en el exterior. Todos estos esquemas no implican una significativa cantidad de dólares en lo inmediato, pero sí un “ordenamiento” en el mediano plazo. 

La tarea de “cuidar las reservas” está a cargo de Comercio, Afip, Aduana y el Banco Central. “Agricultura, Producción y Economía del Conocimiento son quienes van a generar las divisas, nosotros tenemos que cuidarlas”, sostuvieron fuentes de dichos despachos. 

En el Ministerio de Economía se defienden y aseguran que no hay un endurecimiento del cepo importador. “Tuvimos un déficit comercial de US$ 437 millones, tuvimos rojo también en junio, se está importando en niveles récord. Todo lo que vamos a restringir son productos que se pueden producir en el país. Lo que sí estamos persiguiendo son las maniobras de subfacturación de exportaciones y sobrefacturación de exportaciones, afirmaron desde esa cartera.

En las empresas, sobre todo las industriales, se quejan por dificultades para acceder a insumos necesarios para la producción y esperan que las mismas continúen. “El condicionamiento se hizo palpable mediante la fuerte restricción sobre las importaciones impuesta a finales de junio. Las mayores trabas sobre las compras externas limitan la expansión del mercado interno vía una menor disponibilidad de insumos y bienes (en cantidad y variedad) para la producción y comercialización y presionan sobre los precios. De cara al segundo semestre, las principales consecuencias de esta medida serán un menor nivel de actividad económica, inflación más elevada y mayor presión sobre la brecha cambiaria”, sostuvo la consultora Ecolatina. 

El ministro de Economía, Sergio Massa, tiene en vistas los bajos niveles de reservas por varios motivos: sostener la actividad económica, evitar una devaluación y llevar certidumbre al mercado con el cumplimiento de la meta de acumular US$ 5.800 millones durante este año. El problema es que en el mercado calculan las reservas netas por debajo de lo US$ 1.000 millones, que dejan muy lejos no sólo la meta de septiembre, sino la de todo el año.

Esta situación es la que llevará Massa a su gira en Estados Unidos durante la primera semana de septiembre, en la que tendrá un encuentro con la directora del Fondo, Kristalina Georgieva. También buscará inversiones en materia de hidrocarburos y minerales, para que ingresen dólares, aunque eso será en el mediano plazo.