El Banco de la Nación de Argentina (BNA) comunicó este miércoles  a través de la circular reservada N° 2787/2020 que quedan suspendidas “transitoriamente” a partir de este lunes “las solicitudes provenientes de productores de soja y trigo para acceder a la línea de créditos MiPyme”. 

Más tarde, y a través de un comunicado, la Mesa de Enlace -que aglomera a las principales entidades agropecuarias- aseguró que se “es una medida que discrimina y cercena la posibilidad de financiamiento al sector más dinámico de la economía, que es un enorme generador de legítimas divisas del país, en momentos en los que la cosecha de trigo está en pleno desarrollo”. Además, aseveraron que de esta forma el Gobierno apunta a "quitarle desarrollo y crecimiento al sector agropecuario". Cuestionaron también la legitimidad de la medida.

Desde Banco Nación aseguraron que el objetivo es “cumplir normativas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) que exige la liquidación del 95% de la cosecha por parte de los productores”. Y que analizan también mecanismos de control “más efectivos”. 

Gabriel Raedemaeker, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas, dijo en diálogo con Data Clave que esta medida es “volver a no entender que más allá de la ideología no se puede ir en contra de lo que producen en Argentina”. 

“En su razonamiento quieren impulsarnos a desprendernos de cualquier mercadería que tengamos, pero no todas las realidades productivas son tan prósperas como para evitar tener que recurrir al financiamiento bancario”, insistió el dirigente rural.

La medida del Banco Nación apunta a que los productores aún retienen la cosecha y no apuran la liquidación. Pero según Raedemaeker “se parte de un desconocimiento profundo de la realidad del sector, porque no todos tenemos soja y en la zona núcleo”.

Además, concluyó que “hacer esto es pegarse otro tito en el pie, como ya ha ocurrido antes. En lugar de potencia a ese “buen socio” que es el campo, como lo definió Fernández hace un año, con esto nos quitan competitividad”.