Un hecho paradójico viene ocurriendo en las últimas semanas en el mercado argentino, que se profundizó en el inicio de marzo: por un lado, los dólares financieros y el blue transitan un veranito cambiario por cuarto mes consecutivo; mientras, al mismo tiempo, los nuevos bonos soberanos en dólares se derriten y llevan nuevamente al riesgo país a niveles de default, pese a que Argentina no tiene grandes vencimientos deuda en el corto plazo, tras el canje de deuda acordado a principios de agosto pasado.

Para ser precisos con los números: en lo que va de 2021, el blue cae 14% (o $23) a $143 (es su valor más bajo desde septiembre) y la brecha con el dólar oficial mayorista se encuentra en niveles mínimos de 11 meses (57%). Los tipos de cambio financieros, en tanto, aumentan en el año apenas un 6% a casi $148 (“contado con liqui”), una variación que se ubica por debajo de la inflación en los primeros dos meses del año.

Paralelamente, el riesgo país argentino -índice que marca la sobretasa que paga cada país para financiarse en los mercados internacionales, en función del rendimiento de los bonos de EEUU, considerados libres de riesgo- acumula en poco más de dos meses que van de 2021 un incremento superior al 20%, con la particularidad de que casi la mitad de esa suba se dio en los primeros ocho días hábiles de marzo. Este indicador que elabora el banco JPMorgan cerró el miércoles en 1.647 puntos básicos, el mayor nivel desde que comenzaron a operar los nuevos bonos del canje a principios de septiembre.

La otra cara de la misma moneda es el derrumbe de los bonos soberanos en dólares que, en lo que va del año, pierden hasta 18,5% y ya rinden hasta 22% anual en dólares, como es el caso del Bonar 2029 -AL29D.

Ahora bien, ¿por qué existe hoy tal desconexión entre el riesgo país-bonos y el mercado de cambios, que solían ir de la mano hasta hace unos pocos meses? Las razones remiten fundamentalmente a la coyuntura local -algunos transitorios, y otros no tanto- pero también existe cierto condicionamiento por parte del mercado internacional. Veamos.

Veranito cambiario del dólar: blue a $143

Para el respiro del Gobierno, en un año (electoral) en el que busca que los salarios le ganen a la inflación, la paz cambiaria ingresó en su cuarto mes de vigencia, de la mano de la intervención del Banco Central y otros organismos públicos en el mercado de bonos, que contienen los dólares financieros por debajo de los $150. Pero también la calma del dólar se explica por la mayor oferta de dólares y de bonos de quienes deben abonar el impuesto a las Grandes Fortunas (ayer la AFIP extendió la fecha límite de pago, establecida inicialmente para fin de mes).

A su vez, una brecha más estabilizada y un elevado precio de la soja (en torno a u$s500 la tonelada), impulsaron las liquidaciones de divisas del sector agroexportador, de las cuales el BCRA ya absorbió más u$s1.500 millones en 2021 -en el marco de un férreo cepo cambiario-, aunque ha tenido un impacto limitado en las alicaídas reservas (hoy, por debajo de los u$s40.000 millones en términos brutos).

Con todo, la autoridad monetaria viene desacelerando el ritmo de deslizamiento del dólar mayorista, desde que el ministro de Economía, Martín Guzmán, dejara trascender que la pauta oficial apunta a un alza del 25% de la divisa en todo el año. “No me sorprende tanto esta situación, sobre todo teniendo en cuenta a cómo se llega a la calma cambiaría. Las intervenciones del Banco Central y otros organismos oficiales en los mercados paralelos son claras”, dijo Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina a Data Clave.

Y no se debe soslayar que, en los primeros dos meses del año, el BCRA se abstuvo de emitir pesos para asistir al Gobierno (recién lo hizo el viernes pasado por primera vez en el año), que mostró mejores números fiscales en el inicio del año y el Tesoro además consiguió financiamiento neto del mercado local.

Mientras se sostenga la oferta de dólares del MULC hasta junio, con la próxima llegada de la cosecha gruesa, “el BCRA contaría con municiones desde el lado del flujo de dólares para controlar la brecha cambiaria en un rango de 140/155 vía la operatoria de compra / venta del bono AL30”, presagia un informe de la consultora Eco Go.

Riesgo país y bonos, a la espera del FMI

Las paridades de los bonos argentinos en dólares se ubican cada vez más cerca del 30% de valor de emisión, un nivel considerado como de default en los mercados internacionales. “No encuentran piso a pesar del rebote en algunos títulos de países soberanos de similar calificación”, describen desde Delphos Investment. La caída acumulada de los títulos soberanos desde el canje de principios de septiembre ya alcanza el 30%.

Juan Ignacio Paolicchi, economista de Empiria Consultores, señaló a este medio que entre las causas del desplome de los bonos y la suba del riesgo país aparecen “factores transitorios”. Explicó que “quienes tienen que pagar el impuesto a las grandes fortunas, venden bonos en dólares para hacerse de pesos, y eso deprime las paridades en dólares. Es decir, hay un exceso de oferta de títulos en dólares y eso hace que suba el riesgo país mientras a su vez, como hay oferta de dólares bursátiles también cae el contado con liqui o el MEP”.

Lo cierto es que desde que el presidente Alberto Fernández sostuvo en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso “no queremos apresurarnos en la negociación con el FMI”, el mercado se terminó de convencer de que un acuerdo con el organismo por un acuerdo de facilidades extendidas no llegará en el corto plazo, como se creía hace unos meses.

“El mercado empieza a descontar que será un proceso de meses y que posiblemente los acuerdos no lleguen hasta cerca de las elecciones de medio término. Es por esto, que empezamos a ver una suba constante del riesgo país, que ya se posiciona por encima de los 1600 puntos”, puntualizó Joaquín Marque, economista, director de UG Valores.

Si bien, tanto el Gobierno como el mercado, saben de la necesidad de llegar a un acuerdo de forma rápida para estabilizar las variables macro, se debe tener en cuenta que la política en año electoral no aceptará condicionamientos externos que puedan ralentizar la recuperación económica, refuerza Marque. Recordemos que el ministro Guzmán tiene previsto viajar a Washington a mediados de este mes para retomar las negociaciones con el organismo. Allí podría haber alguna señal que detenga la sangría de los bonos (o que la profundice).

Por último, Rajnerman también vincula la suba del riesgo país con factores externos. “Está subiendo en todo el mundo. La Argentina tiene su situación particular, pero creo que al mismo tiempo existe un factor global que nos juega en contra este contexto”.

El economista jefe de Ecolatina se refiere a la suba de la tasa de bonos a 10 años en EEUU, que se alcanzó en los últimos días su mayor nivel en más de un año (arriba del 1,6%), ante mejores expectativas sobre la economía, por el avance de la vacunación y la aprobación de gigantescos paquetes de estímulo fiscal, lo que alimentó al mismo tiempo un incremento en las expectativas inflacionarias.