En el Gobierno confían en cumplir la meta de un déficit fiscal del 2,5% del PBI pactada con el FMI para 2022, mientras que saben que el principal desafío estará puesto en 2023 cuando el rojo primario deberá ser del 1,9% del PBI. Las necesidades financieras ponen un tope al incremento del gasto, algo que suele suceder en los años en los que hay elecciones. La apuesta máxima del Frente de Todos está puesta en bajar la inflación, para mostrar al menos una mejora en ese frente.

Un análisis que realizó la consultora Equilibria da cuenta de que en los recientes años electorales, desde 2004 al 2021, el gasto primario real subió en promedio 5,5% pero trepando al 6,2% durante las presidenciales. “Si bien al Gobierno se le dificultará conseguir fondos frescos en el mercado, prevemos que en la proximidad de las elecciones presidenciales el gasto primario recobrará impulso, en un intento de incrementar las chances del oficialismo”, consideraron.

Poco margen electoral: las restricciones del Gobierno para aumentar el gasto en 2023

La restricción fiscal más relevante para el Tesoro no proviene del FMI, sino de la falta de financiamiento. “En octubre y noviembre, Finanzas consiguió muy poco financiamiento neto pese a haber subido las tasas: rozan el 6,7% mensual, por encima de la inflación esperada para los próximos meses y de la tasa de política monetaria del BCRA (6,3% mensual)”, destacó Equilibra. 

Es que si el déficit termina creciendo más de lo previsto, las dudas del mercado están puestas en cómo se va a financiar el rojo ya que los vencimientos hasta septiembre suman $15 billones, que se suman a otros $9 billones de pasivos remunerados del BCRA. “El mercado ya no parece tan predispuesto a seguir exponiéndose a riesgo del Tesoro y que casi nadie quiera tomar deuda que vence post elecciones muestra la creciente dificultad de financiar el déficit a través del mercado local. El mal resultado del último canje -donde casi todo lo ingresado fue sector público- es tan sólo otra muestra de ello. ¿La alternativa es emitir? Ya sabemos el resultado”, advirtió Econviews.

Poco margen electoral: las restricciones del Gobierno para aumentar el gasto en 2023

En ese sentido, el ministro de Economía, Sergio Massa, dio una pista de cuál es el principal objetivo del Frente de Todos para competir el año que viene en el marco de las restricciones para incrementar el gasto. El acuerdo con el FMI exige, pero el equipo económico coincide en la necesidad de que el orden fiscal y la baja de la emisión monetaria llevarán alivio a los precios. 

“Tenemos que acostumbrarnos a que las elecciones no se ganan por política fiscal expansiva. Si tenemos la capacidad de bajar la inflación y dar acceso al crédito vamos a ser competitivos electoralmente”, dijo el ministro ante los empresarios del Cicyp presentes en el Hotel Alvear.

Sin embargo, las dificultades de llevar adelante el ajuste en un año electoral fue graficada hace algunas semanas por el viceministro de Massa, Gabriel Rubinstein durante un importante evento que reunió a personalidades del mundo de las finanzas. El secretario de Programación Económica sostuvo que el objetivo de reducir el déficit para 2023 “va a costar uno y la mitad del otro” al tiempo que resaltó que “todos los días hay quejas dentro del Gobierno, el Congreso o la oposición”. Cómo una especie de síntesis afirmó: “No puedo garantizar que no haya un desbande fiscal”.