El Gobierno no tiene prevista para su “guerra contra la inflación” armas que no se hayan visto hasta ahora en los últimos años y, en particular, la gestión de Alberto Fernández. Uno de los puntos centrales será acordar con las empresas de consumo masivo una evolución de precios por debajo de las expectativas de los referentes empresarios.

En ese punto, las negociaciones ya habían comenzado desde la Secretaría de Comercio Interior para la renovación de + Precios Cuidados. El programa oficial, que incluye 1.300 productos y estará vigente hasta fin de año, tenía una pauta de incremento de 6% trimestral o 2% mensual entre enero y marzo.

Para los empresarios consultados por Data Clave, ese esquema resulta insostenible en este contexto. La disparada de los precios internacionales, que ya venían en alza en la “salida” de la pandemia, por el conflicto bélico en Ucrania cambió el panorama global y local. Las materias primas que se utilizan para la elaboración de alimentos, los envases, entre otros insumos también se incrementaron notablemente.

En ese marco, el próximo 7 de abril deberá renovarse + Precios Cuidados y Comercio Interior, con Roberto Feletti a la cabeza, ya venía tanteando a las empresas. 

“Nosotros podemos hacer un esfuerzo, pero no tener incrementos que vayan tan por debajo de la inflación. Cuando acordamos en enero, el mundo era otro”, se quejó ante Data Clave un empresario que forma parte de una de la principal cámara productora que negocia con la Secretaría.

Es que la inflación del primer bimestre superó ampliamente las expectativas del mercado, incluso sin todo el impacto de la escalada en los precios del trigo, maíz, soja y demás materias primas que se utilizan en la elaboración de productos de consumo masivo. 

El Indec marcó, sólo en febrero, 4,7% en el índice general y 7,5% para el segmento de alimentos. Es cierto que el rubro alimenticio fue mayormente impactado por frutas, verduras y carnes, que no están dentro de +Precios Cuidados. Sin embargo, las consultoras ya anticipan que en marzo sí se sintió las presiones en los rubros contenidos dentro del programa: panificados, galletitas, lácteos y demás.

“A todo el cóctel de las materias primas, tenemos que sumar la suba en el combustible que presiona los costos de la logística, los problemas para importar debido al encarecimiento y falta de oferta de fletes, y la suba en las tarifas de energía. Todo eso pega en los costos de producción”, enumeró a este medio otro empresario de la misma cámara.

Un diagnóstico similar tiene el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja. Ante la consulta de este medio, el empresario señaló que “si hay una característica es la incertidumbre. La de la pandemia, a la que se suma ahora el conflicto internacional y sus ramificaciones e impactos”. 

“Hay una política de Precios Cuidados con un seguimiento empresa por empresa. Volverán a haber diálogos con los problemas de costos y logísticos sobre la mesa. Hay que estar a la expectativa, buscando la racionalidad. También deberíamos tener una reducción de la presión fiscal sobre el costo, porque esta representa el 40% en alimentos y 50% en bebidas”, apuntó Funes de Rioja.

Mientras tanto, en la “guerra” contra la inflación que anunció el Presidente, se contempla anunciar algunas medidas en las que ya se estaba trabajando desde hace algunas semanas. 

Las mismas se precipitaron con el dato de inflación de febrero. Una de las intenciones oficiales es buscar una ampliación del universo de 1.300 productos y el pedido de reforzar las cantidades destinadas de cada uno de ellos.

Por otro lado, la Secretaría que conduce Feletti acelera para acordar una canasta de 75 productos dentro de +Precios Cuidados que esté disponible en los comercios de proximidad, garantizando el cumplimiento de los precios y el margen de rentabilidad de estos comercios. 

El punto débil de los programas oficiales de controles de precios es la falta de capilaridad. Esto significa que están presentes en las grandes superficies, pero no en los comercios de barrio, donde la gente de menores ingresos suele realizar más sus compras.

En febrero, los incrementos de precios de los alimentos en el conurbano fueron casi del 10%, según un relevamiento del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) en base al relevamiento de los 57 productos que componen la Canasta Básica de Alimentos en 650 comercios de cercanía en 20 distritos del conurbano bonaerense.

Sin duda, el tema de la inflación es uno de los mayores déficits de la gestión del Frente de Todos. “Cuando asumió el actual Gobierno, el valor de la Canasta Básica de Alimentos para cuatro personas alcanzaba los $14.541,78. Veintiséis meses después (en febrero pasado), el mismo conjunto de productos costó $36.981,91 o sea, tuvo un incremento de 154,34%”, apuntó Isepci.