Esta semana se conoció un dato positivo para la economía argentina: la balanza comercial de agosto arrojó el superávit más importante en la era Alberto Fernández, al registrar un saldo a favor de u$s 2.339 millones, producto del crecimiento de las exportaciones, que tocaron su mayor nivel desde 2013 (u $ s8.093 millones, un 63% más que un año atrás).

Esta fuerte expansión fue producto de un incremento del 30% en los precios y de una suba del 25% en las cantidades. Todos los rubros aumentaron: combustibles y energía trepó 182%; productos directos del agro, un 70%; manufacturas de origen industrial, un 60%; y manufacturas de origen agropecuario, un 47%. El saldo acumulado del intercambio comercial en los primeros ocho meses del año superó los u$s 10.600 millones, nivel similar al de 2020 y superior al de todos los años desde el 2009.

Sin embargo, y paradójicamente, estos buenos guarismos del comercio internacional para el país, develaron una dinámica preocupante de las reservas netas internacionales del BCRA. ¿Por qué?

A lo largo de agosto, y pese al gran superávit comercial que mostró esta semana el INDEC, las reservas netas bajaron en 1.000 millones de dólares aproximadamente, de acuerdo a datos de Invecq. Con lo cual se desprende que, por un lado, no todo el resultado comercial observado se reflejó en la liquidación en el mercado de cambios. Y por otro que, los dólares que sí llegaron a las arcas de la autoridad monetaria, luego se filtraron mediante la intervención oficial no solo en el mercado mayorista, sino también en la plaza bursátil del dólar CCL (se había desprendido de unos 280 millones en este mercado), con el fin de contener la brecha cambiaria, que no ha parado de subir en las últimas semanas, y que en los últimos días incluso superó el 90% en versiones del tipo de cambio implícito no regulado por el BCRA,

“Es preocupante la tendencia carbonatada negativa que está mostrando el stock de reservas netas desde finales de julio. Haciendo una comparación con la tendencia de 2020, podemos ver que desde mediados de 2021 el comportamiento de esta variable clave para pronosticar qué puede llegar a pasar con el tipo de cambio oficial es similar a la del año pasado. Mientras que a mediados de septiembre de 2020 el stock neto de reservas del Central era de u $ s5.255 millones, hoy ese valor es de 3.568 millones, según los últimos datos oficiales del BCRA ”, advierten desde Invecq.

En los últimos días, la dinámica bajista prosiguió (por lo que podrían ubicarse cerca de los u$s 3.000 millones para algunos operadores; las brutas actualmente están en u $ s43.131 millones), ante mayores intervenciones del BCRA en un contexto de deterioro de las expectativas del mercado ante una eventual aceleración del gasto público financiado con emisión, algo que se desprende a partir de algunas medidas económicas oficiales ya anunciadas (más otras a comunicarse), que buscan dar vuelta en noviembre el mal resultado electoral del Frente de Todos en las PASO.

Desde Econviews, afirman que “la dinámica de las reservas para las próximas semanas apunta a que cuando llegue el calorcito de diciembre el BCRA empezará a contar los lingotes de oro para empezar a venderlos” . Lo único positivo de esta situación es que "debería generar pocas dudas de los beneficios de ir a buscar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Sin programa, la corrección cambiaria que a esta altura es inevitable carecería de anclas para evitar un overhooting desestabilizante" , remarcan.

De persistir la tendencia negativa de las reservas netas, el movimiento alcista en los dólares financieros seguramente se mantendrá hasta las elecciones legislativas de noviembre. Luego de las elecciones se plantea para el gobierno una decisión clave sobre los plazos del acuerdo con el FMI. “La escasez de reservas podría influir en los plazos en los cuales el gobierno acuerde con el FMI ya que el pago del próximo vencimiento demandaría reservas por u $ s1.880 millones”, comentan desde Delphos Investment. Recordemos que esta semana se pagó una cifra similar al organismo internacional, por la deuda contraída por el Gobierno de Mauricio Macri en 2018.

Por este motivo, advierten los especialistas que la caída de las reservas preelectoral le resta espacio al gobierno para continuar negociando un acuerdo más allá de diciembre, por lo que el plazo límite que había puesto el ministro de Economía, Martín Guzmán, para sellar un trato con el Fondo no más allá de marzo de 2022, está quedando día a día más lejos, teniendo en cuenta la dinámica a la baja de los dólares del BCRA.

Tampoco ayudarían a las arcas del BCRA la flexibilización de las restricciones al ingreso y egreso del país, ya que con ellas el saldo del turismo en el MULC se debería agravar. “En tiempos normales y más allá de vaivenes cambiarios, la cuenta de turismo es deficitaria” , resaltan en econviews.

Y si a esto le sumamos que el precio de la soja está en baja (opera hace un par de meses por debajo de los u $ s500), el panorama no luce para nada alentador. Más aún, ya se empieza a señalar entre los especialistas que las probabilidades de La Niña, fenómeno climático que provoca sequías, han aumentado considerablemente en las últimas semanas para nuestra región.

“El 15 de noviembre nos va a encontrar casi sin reservas externas y con mayor emisión monetaria. Además, la buena suerte del 2021 es azarosa y podría no repetirse; no habría aportes extraordinarios y el sector agropecuario podría flaquear. En cantidades, la siembra de soja ha decaído tras el castigo oficial; en precios, los mercados suelen ser fluctuantes y la tracción de China creciendo más del + 8% anual podría diluirse ante la necesidad de recomponer excesos de los últimos años ” , señalando desde VatNet.

En este contexto, el BCRA “informalmente” va endureciendo el cepo cambiario para cuidar las reservas, según algunos economistas. “El salto del CCL libre de esta semana puede ser reflejo de eso” , argumentan. Sin embargo, desde la autoridad monetaria desmienten que se estén frenando importaciones. Señalaron a Data Clave que “en lo que va de septiembre se mantiene el volumen de pagos de importaciones en los mismos valores de los últimos meses, cuando osciló entre u $ s5.600 millones yu $ s5.900 millones, en valores históricos altos, incluso superiores a los registrados en la prepandemia ” .