El ministro de Economía, Sergio Massa, consiguió ya consiguió buenos resultados en su gira sobre refuerzo de dólares para las reservas, que se suman a lo que ingresará por el “dólar soja” que también tuvo saldos positivos en sus primeros días de implementación. Así, el Gobierno comienza a despejar la meta de reservas con el FMI, que lucía como la más complicada. También hubo una sensible baja en la brecha cambiaria y las expectativas de devaluación

Este martes, Massa anunció junto al presidente del BID, Mauricio Claver Carone, una asistencia del organismo por US$ 1.200 millones que ingresarán directamente a las reservas y serán de libre disponibilidad. A eso se sumarán otros programas de crédito para obras de infraestructura. 

El compromiso del ministro de Economía sobre el cumplimiento de las metas con el FMI, que se encuentra analizando la dinámica del segundo trimestre, ayudó a calmar la inquietud del mercado sobre un desequilibrio mayor en las cuentas fiscales. Ese factor fue clave para una nueva etapa en la relación con Claver Carone, que estaba enfrentado con el ex secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, quien manejaba hasta el desembarco de Massa en el Gabinete las relaciones con organismos internacionales. 

El titular del BID tenía trabado unos US$ 800 millones comprometidos con Argentina en el marco del acuerdo con el Fondo, debido a que consideraba que no podía liberar ese dinero sin proyectos detrás o la certeza de que continuaba vigente el acuerdo con el FMI. La salida de Martín Guzmán y la llegada de una ministra de Economía sin volumen político como Silvina Batakis no daban certidumbre en ese sentido. Massa consiguió dar señales claras de que el país ordenará sus cuentas en este segundo semestre.

Asimismo, el Banco Central pudo comprar US$ 140 millones este martes debido al ingreso de US$ 320 millones por parte de los sojeros. En el Ministerio de Economía hay expectativas positivas por el ingreso de al menos US$ 5.000 millones a partir del nuevo tipo de cambio para los productores. También esperan que entren más de US$ 700 millones en las próximas horas

La visión oficial es que esto calmará aún más las expectativas de devaluación, con un dólar blue que cerró ayer a $276 cuando en el peor momento de julio lo había hecho en $350 por la crisis política del Frente de Todos. Así, la inflación podría ser más leve en los últimos meses del año, aunque en el Palacio de Hacienda reconocen que “falta mucho para que la baja sea una tendencia sostenible”.

El punto que parecía más acuciante de las metas pactadas con el FMI era  el del objetivo de las reservas. El mes pasado cerró con reservas brutas en sus mínimos desde 2016 y en julio el BCRA sufrió la pérdida de divisas más alta en un mes desde octubre de 2019. La posibilidad de alcanzar la meta trimestral parece lejana”, habían comentado en la consultora PwC. 

“Por el momento el mercado parece haber adoptado una postura de “esperar y ver”. Resta mucho por hacer para ganar un voto de confianza, de lo contrario, sólo será una tregua, afirmaba el economista en jefe de PwC Argentina, José María Segura.

Para el Gobierno, un alivio en las reservas implicará, además de menores expectativas de devaluación, la posibilidad de flexibilizar el cepo importador en los próximos meses. Ayudaría también un menor gasto en importaciones de energía, en el marco de temperaturas más altas por el final del invierno local. Así se podrían reafirmar los niveles de producción y actividad económica por el lado de la oferta. Por el lado de la demanda, faltan señales para reforzar ingresos y sostener el consumo.