La información “fría” señala que el ministro de Economía, Sergio Massa, se reunirá el jueves con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, tras sumarse a la comitiva presidencial en Estados Unidos.

A comienzo de mes el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein y el encargado de las negociaciones de la deuda, Leonardo Madcurd, regresaron con un sabor amargo de Washington luego de días de negociaciones con los técnicos del FMI.

Solo obtuvieron la promesa de que el organismo le rebajara en US$ 2.000 millones las metas de acumulación de reservas para todo el año, a unos US$ 7.000 millones, pero le mantuvo el compromiso de déficit fiscal de 1,9% para fin de año, frente al 2,3% del año pasado.

Pero Massa intentará explicar lo que los técnicos del FMI ya saben. La falta de dólares está unida a la peor sequía de los últimos 60 años, y con ella, la caída de los ingresos fiscales por el cobro de retenciones a las exportaciones y otros asociados.

Según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, las exportaciones agrícolas y sus derivados, dejarán ingresos por solo US$ 21.740 millones, unos US$ 14.000 millones por debajo de la anterior campaña, debido a la sequía.

Como consecuencia de esta situación, también habrá un efecto negativo en la recaudación impositiva. En ese sentido, el informe privado proyectó sobre los ingresos por Derechos de Exportación una merma superior a los US$ 2.314 millones respecto a las expectativas que había en el inicio de la campaña, y además se perderían otros US$ 3.742 millones en concepto de otros impuestos, incluyendo Ganancias. 

De este modo, la sequía habría erosionado los ingresos del fisco estimados para la campaña en US$ 6.056 millones.

Por eso es que el titular de Economía insistirá en que también se morigere el ajuste fiscal.

El encuentro entre Massa y Georgieva se producirá 24 horas después de que el presidente Alberto Fernández sea recibido por su par de los Estados Unidos, Joe Biden, con quien buscará allanar este eventual pacto.

Y también un día antes de que el directorio del FMI apruebe un crédito por US$ 5.300 millones para Argentina, para que el Gobierno le pague lo que le debe.

En medio de este panorama, la falta de ingresos del sector exportadores, y la demanda continua de divisas hizo que el Banco Central vendiera un poco más de US$ 1.500 millones durante marzo y US$ 2.650 en lo que va del año.