El Canciller Felipe Solá exhortó a los empresarios a aumentar en US$ 20.000 millones las exportaciones de Argentina, y a cambio recibió de los empresarios el pedido que baje las retenciones.

Así ocurrió durante el acto de lanzamiento del Consejo Público Privado para la Promoción de Exportaciones, que contó con la presencia de más de 180 cámaras empresariales y funcionarios del área económica del ministerio de Relaciones Exteriores.

A través de un video conferencia, Solá recordó que el país “llegó a exportar US$ 85.000 millones al año. Se puede volver a vender esa cantidad y eso nos solucionaría varios problemas". El 2019 Argentina exporto bienes por poco más de US$ 65.100 millones, y fuentes privadas estimaron que, por la caída en los precios y la menor demanda, bajaran a US$ 55.500 millones.

Solá advirtió que desde las empresas del país “no estamos en condiciones de correrles en paralelo a las cadenas globales si no de integrarnos; esto no es ideología, es pragmatismo”.
Cuando llegó el turno de que hablaran algunos de los representantes del sector privado, además de las palabras de apoyo a la iniciativa, la presidenta de la Unión Industrial Argentina de Salta, Paula Bibini, consideró necesario “volver al reintegro de los derechos de exportación a los niveles del 2018 y evaluar alguna otra medida impositiva” que beneficie a las compañías. 

“El comercio exterior es clave y necesitamos recuperar mercados", dijo la empresaria y en ese marco consideró “importante el enlace con las embajadas y en ello el rol de la Cancillería es central para que podamos realizar nuestros registros y las habilitaciones correspondientes”. 

La convocatoria de Sola se hizo la misma semana que entraron en vigencia el establecimiento de precios “testigos” para las importaciones y exportaciones, para evitar maniobras de sobre y sub-facturación, respectivamente. Estos “precios de referencia” se habían derogados en el 2017 con el gobierno de Mauricio Macri, ante el retorno del mercado libre de cambios, pero ahora, con el cepo y la brecha entre el tipo de cambio oficial y los múltiples dólares paralelos, se volvió a implementar esta medida.

Además, la reunión se produjo en momentos en que las perspectivas de crecimiento de ventas al exterior son, por lo menos, inciertas. La consultora Abeceb, con los datos de la balanza comercial de mayo y con una caída estimada del PBI en torno al 10,4%, prevé una reducción del 14,6% de las exportaciones a US$ 55.580 millones y un descenso del 20,4% en las importaciones a US$ 39.120 millones durante este año.

“Estos retrocesos estarían concentrados en el segundo trimestre del año, para luego ir moderando las retracciones interanuales hacia el último trimestre del año”, agregó la consultora.
De esta forma el superávit comercial del año cerraría en torno a los US$ 16.500 millones (equivalente al 4,4% del PBI), siendo un resultado similar al de 2009 (US$ 16.886 millones), año de la crisis subprime donde se evidenciaron caídas anuales del 20,5% y 32,5% para las exportaciones e importaciones respectivamente.

No obstante, el intercambio comercial se reduciría a USD 94.700 millones (-17,1%), siendo el segundo año consecutivo de retracción y también alcanzando niveles similares a los del 2009 (US$ 94.460 millones)