La última medición de marzo dio cuenta que la inflación interanual ascendió al 104,3%. Solo los salarios de los empleados públicos ante ese nivel de suba de precios, con un aumento del 111,8%, los de los trabajadores privados terminaron “empatados” con el 104%, pero los ingresos de los trabajadores “en negro” quedaron muy retrasados, con el 81,2%.

Así lo informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) que dio cuenta también que los sueldos de los empleados públicos subieron 16,3%, los de los trabajadores privados registrados 7,9% y los de los empleados “en negro” 6,1%, quedando estos últimos por debajo de la inflación del 7,7% tercer mes del año.
Según un estudio elaborado por el Instituto de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), a partir de los datos del Indec, entre los asalariados registrados, el 17% era pobre,a finales del año pasado. 

Es decir que, pese a tener un trabajo formal, hay miles de personas que no ganan lo suficiente para acceder a una Canasta Básica Total (CBT).

En diciembre del año pasado -período tomado como referencia en el estudio- había 9,7 millones de asalariados registrados en Argentina, de los cuales, casi 6,3 millones eran del sector privado y 3,4 del sector público, según datos del Ministerio de Trabajo de la Nación. 

Entre ellos, el 17% se encontraba bajo la línea de la pobreza, lo que significa que 1.651.899 asalariados registrados ganaban menos de los $152.515,29 que costaba una CBT en ese momento.

Los números son mucho peores para los asalariados informales. De acuerdo al Indec, en diciembre había 5.6 millones de personas cobrando un sueldo sin hacer aporte jubilatorio. 

Entre ellas, el 45% eran pobres, es decir, 2.5 millones de personas, según el  estudio del IET.