El intercambio comercial de febrero dejó un saldo positivo de US$ 1.062 millones, similar a los US$ 1.187 millones de igual mes del 2020, pero mientras las exportaciones aumentaron por mejores precios, las importaciones crecieron por mayor cantidad, a pesar de las restricciones.

Durante febrero, la facturación por las ventas al exterior aumentaron 9,1% respecto a igual mes de 2020 para sumar US$ 4.775 millones, debido principalmente a un aumento de los precios de 14,2%, en tanto las cantidades disminuyeron 4,5%. De manera más específica, las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario (MOA), principalmente todos los derivados de la soja aumentaron 41,9%, para sumar US$ 2.115 millones, el 44% del total vendido al exterior.

En tanto las importaciones aumentaron 16,4% respecto a igual mes del año anterior, para alcanzar los US$ 3.713 millones, principalmente por suba del 19% en las cantidades, contra precios que disminuyeron 2,2%. 

En las compras, todos los usos económicos registraron subas, salvo los combustibles y lubricantes (CyL), que disminuyeron 31,1%. Los bienes de capital subieron 42,4%; bienes intermedios , 16,1%; piezas y accesorios para bienes de capital (PyA), 19,8%; bienes de consumo, 1,8%; y vehículos automotores de pasajeros, 28,1%.

Este incremento en las importaciones se dio en el marco de un dólar mayorista en torno a los $ 90, y a la recuperación de las actividades productivas que demandan más bienes de capital e intermedios, lo que ha generado restricciones de parte del Gobierno que no tiene tantos dólares como las empresas necesitan.

Así la Cámara Argentina de Comercios y Servicios (CAC) advirtió que “los empresarios comprendemos las motivaciones que han llevado al Gobierno Nacional a implementar un esquema de administración del comercio exterior, en un contexto de faltantes de divisas y marcada presión sobre las reservas del Banco Central”.

“Pero debemos advertir que, de no mediar prontas correcciones en materia de restricciones a las importaciones, corre serio riesgo la continuidad de numerosas empresas, o, cuanto menos, existe una importante probabilidad de que parte de ellas se vean forzadas a reducir su nivel de operaciones” , dijo la CAC a través de un comunicado.

Esta carta, junto con otra similar enviada por las empresas de origen europeo, generó el enojo del Ministro de Desarrollo, Matías Kulfas, quien consideró los problemas de importación no son de restricciones que imponga el Gobierno, sino de una “mala planificación” de la producción de las empresas.

Las restricciones que impone Argentina al comercio con otras naciones generó hoy un enfrentamiento entre el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou, quien pidió que la integración del Mercosur "no sea un lastre" para tener más velocidad en las relaciones con otros países, lo que le impulso a su par argentino, Alberto Fernández, a decir que: "Si alguien considera que el Mercosur es un lastre, que se tome otro barco".

Fernández adelantó Argentina llevará a la reunión de cancilleres del Mercosur del próximo 22 de abril la propuesta de que el arancel externo común "se base en preservar el equilibrio entre los sectores agroindustriales e industriales, y corregir las inconsistencias".