Desde electrodomésticos con 30% de descuento, a celulares de gama media y baja con rebajas del 40%, pasando por seguros para el automóvil que prometen una quita del 60%, y las esperadas rebajas en pasajes de avión y “paquetes turísticos”, todo entra en la nueva edición del “Hot Sale” que comienza este lunes.

Sin embargo, y a diferencia de los que pasaba en años anteriores cuando “tarjetear” con las cuotas erar una forma de esquivarla la inflación, ahora, los aumentos de precios, la suba de tasas y las restricciones de las propias tarjetas, ponen reparos al posible “éxito” de esta feria de ofertas.

El último dato “frío” corresponde a marzo y dice que las compras a través de tarjetas de crédito,registraron un aumento de un 5,2% nominal respecto al cierre del febrero, es decir, estuvieron por debajo de del 7,7% de inflación.

Si es necesario más datos para dar cuenta que las compras con tarjeta “se desinflan”, según los últimos datos suministrados por el Banco Central el crecimiento interanual, llegó en marzo al 81,8%, muy por debajo del 104% tuvieron los precios, relevados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Julián Cuenca, de la consultora “Economía y Sociedad”, apuntó a que “antes los gastos de tarjeta podían ser el 50% del ingreso de una familia, y con el otro 50% se hacían los gastos diarios”.

“El problema es que esos gastos del ‘día a día’, como la alimentación, el transporte, o los servicios, aumentaron rápidamente, y ‘se comieron’ ese 50% que quedaba libre, por lo que hay que pensarlo dos veces antes de comprar en cuotas”, dijo Cuenca a Data Clave.

A esto se suma que en abril el gobierno subió fuertemente la tasa de interés para desalentar el alza del dólar y los costo de financiación también aumentaron.

El Banco Central había decidido que “a partir del ciclo de facturación correspondiente a mayo de 2023”, quienes abonen el pago mínimo de la tarjeta deberán pagar un interés compensatorio del 115%, lo que la pones en línea con la inflación esperada.

En este marco, lo bancos se muestran renuentes en ampliar los límites de compra con tarjeta, debido al temor de una mayor morosidad en los pagos.

Si algo falta en este panorama, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) actualizó de $10.000 a $30.000 el monto mínimo a partir del cual las entidades financieras deben reportar los gastos acumulados durante un mes con tarjetas de débito.

Expertos aclaran que puede tratarse de una sola operación de compra por $30.000 o más, pero también los bancos deberán informar a AFIP los montos acumulados cuando igualen o superen los $30.000 mensuales mencionados. Además, en este cómputo se tienen en cuenta las tarjetas de débito del titular y las adicionales.

Más allá de estos datos, Cuenca aporta una mirada adicional: “En un país de 46 millones de habitantes, conque el 10% (4,5 millones) salga a comprar, llena lo bares y las playas en enero”, sin embargo, el consumo de bienes intermedios “no se extiende a la clase media, y mucho menos a la media-baja”.