Una pareja con dos hijos necesitó en julio $ 67.576 para comprar la cantidad de comida, indumentaria y pagar transporte, que componen la Canasta Básica Total, y no caer por debajo de la linea de la pobreza, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Este aumento del 1,6% de la CBT se contrapone con la inflación de julio, que fue del 3%, debido a que las tarifas de los servicios continúan congeladas.

También evolucionó por debajo de la inflación, 2,1%, el costo de la Canasta Básica Alimentaria, la que marca la línea por debajo de la cual se cae en la indigencia, a $ 29.002.

El economista Guido Lorenzino apuntó a que “el problema de Argentina es grave” y destacó que “Argentina tiene un PBI per cápita igual al de hace 50 años, pero mucho peor distribuido y con niveles de pobreza que llegaron al 42%”.

Por su parte el precandidato a diputado nacional, y exministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, aseguró que las múltiples movilizaciones que se dieron en los últimos días de los movimientos sociales, "son un reflejo de la realidad, más allá de las miradas políticas".

“La situación es crítica. Está mejorando lentamente porque hay más actividad económica, construcción y textil, eso ayuda. El gran tema es el precio de los alimentos. Lo que está pasando es que la gente hace changas para sobrevivir y además va a los comedores. Es un contexto difícil, la pandemia complicó la situación. Hay nueva pobreza”, reconoció Arroyo en declaraciones a Radio 10.

El índice de pobreza había llegado al 42% al término del segundo semestre del 2020, casi siete puntos porcentuales por encima del 35,5% de igual período de 2019, en un año signado por una caída del 9,9% del PBI, una inflación del 36,1%; y un aumento de la desocupación que alcanzó al 11 %.

Esto significa que, sobre una población de 45 millones de habitantes 18,9 millones son pobres, y dentro de ellos, 4,4 son indigentes, es decir, el dinero no les alcanza para comer.

El último informe del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) dio cuenta que los planes sociales, AUH, IFE, Alimentar, y otros, evitaron que la pobreza alcanzara al 53,9% a fines del año pasado, casi 12 puntos más que lo registrado finalmente. 

Además, gracias a esos planes sociales, algunos coyunturales para combatir los efectos del Covid-19, el nivel de Indigencia quedó en el 9,8% y no trepó al 27,7%.