Producto de las expectativas de mayor ayuda fiscal en EEUU para sacar a la mayor economía del mundo de la depresión provocada por el coronavirus, los CEDEARs, activos estrella de la bolsa porteña desde hace varios meses, parecen encaminarse a acelerar una etapa de rotación en lo que respecta a su demanda, dado que los inversores en Wall Street comenzaron a abandonar paulatinamente papeles del sector tecnológico, protagonistas de un fuerte rally alcista en 2020, para poner el foco en valores de sectores cíclicos -y subvalorados.

El índice de valor S&P, que incluye los sectores bancario, energético e industrial, acumula una suba superior al 6% en las primeras semanas de febrero, superando al índice de crecimiento, que está más inclinado hacia la tecnología, después de que el presidente de EEUU, Joe Biden, se mostró firme en su decisión de impulsar un plan para inyectar 1,9 billones de dólares más a la economía.

"El comercio cíclico está en marcha, lo que es una señal de un nuevo ciclo empresarial, una nueva recuperación y un crecimiento más rápido", dijo Thomas Hayes, presidente del fondo de cobertura Great Hill Capital LLC en Nueva York. "Incluso si el mercado se moviera de forma lateral o sólo subiera modestamente, podríamos ver repuntes importantes bajo la superficie en esos grupos rezagados del año pasado y eso va a ser una gran operación este año", agregó.

Por sexto mes consecutivo, los Certificados de Depósito Argentino, instrumentos en pesos que representan a las principales acciones extranjeras, como Apple, Amazon, Tesla, Disney, o Microsoft, y a algunas argentinas -pero que cotizan en Wall Street-, como Mercado Libre, o Globant, superan en volumen, y por amplio margen, a los papeles de empresas nacionales que operan en el S&P Merval. En promedio, por cada $100 que se negocian en el segmento de renta variable, $70 los acaparan los CEDEARs, y apenas $30 se posicionan en las deprimidas acciones locales, una relación inversamente proporcional previo a septiembre de 2020, momento en que el Banco Central profundizó el cepo cambiario.

Es que aquella decisión oficial, dio un impulso fuerte, indirectamente, a los CEDEARs, ya que estos activos además de seguir la evolución de su activo subyacente, es decir, de las acciones de compañías extranjeras en mercados globales a las cuales representan, también están atados al precio del dólar “contado con liqui” -operación bursátil de compraventa de acciones y/o bonos para hacerse de billetes verdes y liquidarlos en el exterior. En otras palabras, su atractivo como cobertura cambiaria fue lo que terminó por alimentar su demanda, además del creciente desinterés inversor por las acciones argentinas.

"Los Cedears constituyen una excelente alternativa para el inversor local que desea diversificar riesgos, dolarizarse y reducir exposición a los activos argentinos. La práctica de invertir en empresas extranjeras, con los beneficios impositivos de hacerlo desde el mercado local, se ha consolidado al punto en que el volumen operado en Cedears supera holgadamente al monto negociado en acciones argentinas", apuntan especialistas de Cohen.

Luego de un 2020 frenético, con fuertes oscilaciones, pero con ganancias récords, el 2021 comenzó algo dubitativo para las acciones internacionales que, de todos modos, volvieron a retomar su marcha alcista en febrero, enfocadas en la recuperación económica de EEUU.

Con el mercado americano en máximos históricos, esperando la masificación de la vacuna, "la pregunta que debemos respondernos es: ¿estamos ante una rotación o final de ciclo?", advierten en Bull Market.

En el caso de una rotación, algo de lo que se viene observando en las últimas dos semanas, "el sector petrolero, bancario y los emergentes siguen siendo la mejor opción. Además de ser sectores que podrían ver acelerado su rendimiento por la vuelta a la normalidad para el otoño austral o primavera boreal", afirman. Así, los CEDEARs de bancos como los estadounidenses Wells Fargo, JPMorgan, Goldman Sachs, o el brasileño Bradesco; y de petroleras como Petrobras, Exxon Mobil, British Petroleum, o Vista "podrían seguir siendo oportunidades", dicen en Bull Market, donde también siguen de cerca en el actual contexto a otras dos empresas brasileñas: el conglomerado del sector de la alimentación, Brasil Foods, y el fabricante aeronáutico Embraer, ambas aún muy retrasadas tras el golpe de la pandemia.

Asimismo, sugieren "salirse del sector tecnológico, que desde agosto ha estado en precios estables en la mayoría de los activos". De todos modos, aclaran que en ese segmento hay excepciones: "Vemos valor en Oracle, IBM, y Biogen", una biotecnológica estadounidense, especializada en el descubrimiento, desarrollo y suministro de terapias para el tratamiento de enfermedades neurológicas. Remarcan a su vez que, en el sector del turismo, "puede ser la mejor opción para finales de febrero y principio de marzo en el hemisferio norte, no así para el hemisferio sur". En ese sentido, creen que Despegar "seguirá bajo presión".

Desde Cohen, en tanto, señalan que "las entidades financieras cuentan con alto potencial de crecimiento conforme la actividad económica tome vigor y la reactivación se difunda a lo largo del globo". Se trata de activos que constituyen una rama especial dentro de la categoría “cíclicos” ya que no solo se benefician con la recuperación económica, sino también de la consecuente presión inflacionaria.

Por un lado, la recuperación económica implica "menos quiebras, mejores balances, solvencia en aumento y, consecuentemente, mejora en la calidad de las carteras de préstamos de los bancos", argumentan desde Cohen. Por otro lado, enfatizan que "la demanda de crédito y la expectativa de inflación en aumento presionan por tasas de interés más altas en los tramos largos, sobre los cuales los bancos centrales tienen menor influencia". Como resultado, las tasas cortas (pasivas para los bancos) continúan en torno al 0% mientras que las tasas largas (que definen el costo de los créditos) aumentan, mejorando el spread que ganan las entidades financieras, es decir, su rentabilidad, detallan.

Un punto que agrega atractivo adicional es que los bancos parten de valuaciones relativamente baratas respecto de los ratios en que cotiza la empresa promedio del S&P 500: mientras que los bancos aún se encuentran 1% por debajo de sus valores de comienzos de 2020, el S&P 500 acumula un alza superior al 20%, comparan.

De esta forma, los especialistas de Cohen proponen la cartera “Cedear F – Financials”, constituida por cinco entidades financieras líderes de Estados Unidos que cotizan localmente vía Cedear y presentan elevada liquidez: Bank Of America (con un peso del 27,9% en el total de la cartera); JPMorgan (23,6%); Goldman Sachs (19,4%); Citigroup (17,9%); y Wells Fargo (11,2%).

"Con estos CEDEARs es posible replicar con una correlación de 98,9% el rendimiento de Invesco KBW Bank ETF, uno de los instrumentos más utilizados por los inversores internacionales que buscan exposición al sector", remarcan.

Por último, Gustavo Domínguez, CIO de AdCap, controlante de la Fintech Banza, sugiere hacer hincapié "en la performance comparada con el S&P 500". "En particular en las acciones que más han subido lo que estoy haciendo es recomendar trailing stops (es un algoritmo que sirve para controlar una orden stop loss; de tal forma que éste cambie según el movimiento de precios y la situación en el mercado), debajo de los precios de mercado actuales, dado que la suba me impresiona, está todo medio caro, no estoy para comprar nada a estos precios, pero no me quiero perder potenciales subas mayores y me quedo invertido como estamos", dice.

El stop loss (detener pérdidas) es una orden bursátil que queda en espera hasta que el precio de la acción llega a un valor objetivo fijado por el inversor. En ese momento se activa y manda al mercado la orden de compra o venta introducida.

Domínguez explica que "los trailing stops permiten quedarte con las posiciones, evitando vender. Si suben los precios, todo bien, y si bajan no muy debajo de los precios actuales, ejercitas el stop y proteges la mayoría de las ganancias, esperando en cash a recomprar más barato si hay una corrección".

El CIO de AdCap ubica el rango de precios de compra de Apple en $1.810-$1.850, y el stop loss en $1.800; el de Microsoft en $2.600-$2.700 (stop loss en $2.550); el de Google en $4.100-$4.200 (stop loss en $4.050); el de Amazon en $3.000-$3.100 (stop loss en $2.900); el del JP Morgan en $3.700-$3.775 (stop loss en $3.600); y el de Barrick Gold en $3.350-$3.390 (stop loss en $3.300), por citar algunos.

Como pauta general de inversión, Domínguez aconseja poner el foco en “sectores de mayor dinamismo y potencial de crecimiento”. Por ejemplo, subraya que los sectores de tecnología y de consumo discrecional "pueden alcanzar hasta un 50% de ponderación en la cartera”, mientras que los rubros de sectores de bancos, energía, materiales, farmacéuticas, consumo básico e industria, hasta un 30% de ponderación. “Hay que tener flexibilidad para aumentar la posición de liquidez (hasta 100%) con el objetivo de proteger el capital en antelación a caídas del mercado", dice el CIO de AdCap, propietaria de Banza que, aprovechando el boom de los CEDEARs, lanzó recientemente una campaña en la que por dos meses no cobrará comisiones de todas las operaciones de compra y venta de este instrumento.