El crimen de Lucas González sucedió cerca de las 9.30 del 17 de noviembre del año pasado, cuando la víctima y tres amigos de su misma edad salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo del Volkswagen Surán del padre de uno de ellos y fueron interceptados por un auto Nissan Tiida de una Brigada de Investigaciones de la Policía de la Ciudad sin patente ni signos de identificación, del que bajaron tres efectivos armados y sin identificar.

De acuerdo con las pruebas recabadas, los adolescentes creyeron que eran ladrones que iban a robarles, por lo que huyeron del lugar, momento en que los policías les dispararon desde distintos ángulos. Al menos cinco tiros dieron en el auto y uno de ellos impactó en la cabeza del joven, quien horas más tarde murió. 

Ahora la jueza a cargo de la pesquisa, Paula González, ordenó el cierre de la instrucción y su elevación para que se realice el correspondiente juicio oral a todos los efectivos de la Policía de la Ciudad que fueron acusados.

Por esta secuencia, se consideró responsables al inspector Gabriel Alejandro Issasi, al oficial mayor Fabián Andrés López y al oficial Juan José Nieva como coautores de los delitos de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial, en perjuicio de Lucas González”; y “tres tentativas de homicidio agravado por las mismas causales; falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley”.

Dentro de la trama hay otros once policías involucrados por alterar las pruebas para beneficiar y mejorar la situación de los tres responsables. El comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4 de la Policía de la Ciudad Daniel Alberto Santana; el comisario de la Comuna Vecinal 4A, Rodolfo Alejandro Ozán; el comisario de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Alberto Du Santos; el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús Chocobar; el principal de la Comuna 4D, Héctor Claudio Cuevas; los oficiales de la Comisaría Vecinal 4D, Sebastián Jorge Baidón, Jonathan Alexis Martínez, Ángel Dario Arévalos y Daniel Rubén Espinosa; el comisario de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4, Juan Horacio Romero; y el subcomisario de la División Sumarios y Brigadas de la Comisaría Vecinal, Roberto Orlando Inca fueron enviados a juicio como coautores de los delitos de “falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionarios públicos y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas”. Además, Cueva e Inca fueron acusados como coautores de “falso testimonio agravado por haber sido cometido en una causa penal y en perjuicio de los imputados”.

Para el Juzgado tanto la postura de las defensas como la del Ministerio Público Fiscal y las querellas “deben enfrentarse en la siguiente etapa donde en un juicio guiado por los principios de oralidad, publicidad e inmediatez podrá determinarse el real acontecimiento de lo sucedido, pues hasta aquí la finalidad de las pruebas tenía por objeto acreditar prima facie la existencia del hecho y la responsabilidad de los presuntos autores”.

La decisión coincidió con el fallo que sacó la Cámara Nacional de Casación ayer a última hora en otra causa por violencia institucional. Se trata de la confirmación de la condena a 16 años de prisión para el policía que disparó  contra Lucas Cabello en noviembre de 2015 en el barrio de La Boca.