El año pasado se logró un avance legislativo muy celebrado en el mundo de los inquilinos. La nueva Ley de Alquileres fue sancionada en el Congreso de la Nación y, a grandes rasgos, tuvo y tiene la intención de llevar un marco regulatorio a un proceso que históricamente se rigió por valores del mercado. 

La nueva normativa entró en vigencia en julio del 2020 y, entre otras cosas, establece aumentos anuales en los contratos de alquiler, que además a partir de entonces son por 3 años. Además, agrega un dato clave y es que los incrementos en los montos estarán fijados por un índice de contratos de locación, basado en la inflación anual y el aumento salarial percibido al básico.

En los papeles, son todas medidas en favor de los inquilinos, pero en un país azotado por la inflación como Argentina, ese número será mucho más alto de lo proyectado y hay mucha preocupación entre los locatarios. Sin ir más lejos, la estimación del gobierno nacional para la variación de precios era de del 29%, cifra que será largamente superada a fin de año.

La intención era evitar los abusos de las inmobiliarias y los propietarios que algunos ponían aumentos semestrales, incluso hasta cada 3 meses. El tema es que estamos con una inflación muy alta. Pero a la vez el aumento salarial no es tan alto. En principio, se supone que el índice estará entre el 37% y el 40%. El aumento sería menor a la inflación pero mayor al aumento salarial, por lo que será difícil de pagar. Los números van a ser más altos de lo esperado afirmó a Data Clave Natalia Casella, referente de Inquilinos de Lomas de Zamora, e integrante de la Red Provincial de Inquilinos.

Y agregó: Es un tema complejo. Lo que nos desajusta todo es que el índice esté atado a la inflación y que tengamos una inflación interanual del 46%, si no estaríamos hablando de un aumento más razonable, del 25 o el 30%. La intención es buena porque el aumento será una sola vez y será publicado. El problema es que la inflación es muy alta”.

Respecto de la actitud de los propietarios de retirar muchas propiedades como muestra de su desacuerdo a la nueva Ley, Casella apuntó: “No tiene lógica el retiro de las propiedades del mercado para el alquiler y tenerla ociosa. No es redituable. En ese sentido, se está empezando a gestar una idea de intentar aplicar un impuesto a la vivienda ociosa. Sería un buen mecanismo. Pero todavía está muy verde”.

Sobre la incipiente iniciativa impositiva, la referente de inquilinos añadió: “Lo venimos hablando con la red de inquilinos bonaerense y nacional. En otras partes del mundo también se hace y ya hubo algunas manifestaciones al respecto en el Congreso de la Nación y por parte del ministro de Hábitat. Tenemos un conflicto habitacional histórico y algo tenemos que hacer. Hay que buscar herramientas para que todos podamos acceder a vivienda digna y a precios razonables”.

Por último, Casella se despachó contra las inmobiliarias: La bronca del mercado es que ahora está todo mucho más regulado. Si bien el aumento va a ser elevado va a ser menos que la inflación. Y eso, ya enoja a los poderosos. Nos consta que muchísimos contratos que se fueron renovando han tenido un aumento del 150%, porque están en total confrontación con la nueva ley. Es la forma que tienen de extorsionar y presionar”.