Seis mujeres y dos hombres que ejercían la prostitución en departamentos privados situados en el microcentro porteño fueron rescatados tras varios procedimientos realizados por efectivos del Departamento Trata de Personas de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina.

La organizadora de la red era una mujer paraguaya de 75 años, quien se convirtió en la única imputada del expediente.

Como parte de la investigación se realizaron allanamientos en ocho departamentos que estaban en un edificio situado en la Avenida Corrientes al 1900, rescatando a seis mujeres (cinco argentinas y una venezolana) y dos hombres captados para la explotación sexual.

La investigación se  inicio a raíz de una llamada a la línea 145 de Asistencia y Denuncia contra la Trata de Personas del Ministerio de Justicia, mediante el cual se denunciaba que en ese edificio en varias unidades se brindaban servicios sexuales para ambos sexos en infracción a la Ley de Trata de Personas.

De ese modo, los investigadores pudieron determinar que efectivamente en departamentos de los pisos 5to, 7mo, 8vo 11vo y 12vo ingresaban mujeres que brindaban servicios sexuales y sus clientes.

Al ser actividades que se desarrollan intramuros, los investigadores tuvieron que recurrir a técnicas de investigación criminal con apoyo de elementos tecnológicos (cámaras ocultas) y cámaras de largo alcance y resolución que permitían observar los timbres que tocaban las personas que ingresaban, con lo cual se acumularon indicios de los departamentos mencionados de la cantidad de personas que ingresaban y el tiempo que transcurrían en su interior.

Como parte de la pesquisa, se estableció, que existía relación entre las viviendas observadas, determinándose que los departamentos que se estaban investigando tenían como denominador común a una única mujer responsable, la cual fue identificada en el edificio.

De esa manera los investigadores siguieron a dicha persona hasta un edificio en Pasaje Santos Discépolo al 1800, lugar donde se estableció que allí dormía, estableciéndose posteriormente la unidad que habitaba.

Posteriormente, y con las averiguaciones encubiertas efectuadas, se recolectaron indicios que determinaban que esa mujer era quien ofrecía las viviendas a mujeres y hombres con el único fin de ejercer la actividad sexual, por hora, por quincena, o mensualmente, para lo cual confeccionaban contratos eventuales de alquiler.

Para encubrir su verdadera actividad, enviaba carta documentos, intimando a los inquilinos a la resolución de dicho contrato en razón de tomar conocimiento que los departamentos eran utilizados como privados (en la jerga lugares donde se ejerce la prostitución), judicialización que nunca ocurría.

Establecida la maniobra delictual, los investigadores federales le solicitaron a la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nro. 11, a cargo de Gerardo Pollicita, los allanamientos correspondientes para el avance de la investigación, por lo cual el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nro. 8  a cargo del Dr. Marcelo Martínez de Giorgi, dispuso los allanamientos de los departamentos privados y del domicilio de la organizadora.

La imputada, una mujer paraguaya de 75 años, en razón de su edad, fue notificada del inicio de la causa. Se procedió al secuestro de celulares, Notebook y tablet, los cuales serán analizados pericialmente con el fin de determinar conversaciones y contenido multimedia de interés para la investigación.

Se identificaron a seis personas que se encontraban en el interior de los departamentos, quienes mencionaron ser clientes y haber tomado conocimiento del lugar mediante páginas de internet de encuentros. El juez dispuso la clausura de los departamentos allanados.