El líder de la Congregación Cristiana Pueblo de Dios, en Santa Fe, Antonio Aguirre, de 70 años, fue condenado este lunes por unanimidad a 25 años de prisión efectiva tras ser hallado culpable de distintos delitos sexuales en perjuicio de siete chicas y chicos menores de edad.

La condena a Aguirre fue impuesta por los jueces Pablo Busaniche, Sergio Carraro y Pablo Ruíz Staiger, quienes consideraron acreditado que cometió abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual simple reiterado, en todos los agravados por ser ministro de culto.

La investigación que permitió llegar a la condena fue realizada por la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas) del Ministerio Público de la Acusación (MPA). Por su parte, la fiscal Alejandra del Río Ayala miembro de la investigación y presente en el juicio, había solicitado la pena de 40 años de prisión, informó la agencia NA.

Durante el debate, la fiscal señaló que los delitos fueron cometidos en un auto y en la Casa de Oración que la congregación posee en Santa Fe, entre 2015 y 2017, y confirmó que las víctimas fueron siete niñas y adolescentes de esa comunidad religiosa.

En tal sentido, desde la fiscalía se indicó que “las víctimas eran agredidas cuando se quedaban a dormir en la sede de la congregación religiosa ubicada en la avenida Gorriti al 4.600 y también al momento de ser trasladadas por el acusado en un vehículo particular”.

También informó que “el hombre investigado cometía los ilícitos a pesar de la resistencia de las víctimas” y agregó que “en algunos casos utilizó violencia para neutralizar a las niñas, en otros lo hizo abusando de su autoridad religiosa y en otros las amenazó con suspenderlas en la práctica religiosa si no aceptaban ser abusadas”.

El tribunal dispuso que la sentencia al líder religioso sea por la autoría de dos hechos de abuso sexual con acceso carnal calificado (por ser ministro de culto); tres hechos de abuso sexual gravemente ultrajante calificado (por ser ministro de culto) y dos hechos de abuso sexual simple reiterado y agravado (por ser ministro de culto).

Además, por los ilícitos cometidos en perjuicio de cuatro de las siete víctimas, fue condenado como autor de promoción a la corrupción de menores agravada (en dos casos por amenazas, en otro por abuso de autoridad y en otro por violencia).

El caso comenzó tras la denuncia realizada por el padre de dos de las víctimas en el mes de abril del 2018. En ese entonces se inició una investigación penal a cargo del MPA.

Para esa fecha, el exlíder religioso se había ido de la ciudad de Santa Fe. Sin embargo, la Fiscalía libró la orden de detención correspondiente y el acusado fue detenido en la ciudad misionera de Puerto Iguazú el domingo 27 de octubre de 2019.