La Federación de Profesionales de la Salud (FESPROSA) denunció que renunciaron 51 médicos del Hospital Larcade de San Miguel, todos integrantes del servicio de Clínica y Cardiología haciendo que la prestación más importante tenga que ser derivada. El municipio asegura que no hay cierre. 

Según fuentes gremiales el origen de la crisis es un conflicto desatado hace cuatro meses entre la intendencia municipal de Jaime Méndez (JxC) y los trabajadores profesionales y no profesionales del hospital. “El cierre es una forma de decir, un hospital sin clínica no puede funcionar”, dijeron a Data Clave. 

Los trabajadores del Hospital Larcade denuncian que “reina la precarización laboral” y que los salarios están un 40% debajo de otras instituciones provinciales. “Están renunciando servicios enteros, en un hospital grande si te renuncia el personal de clínica no podes atender casos covid”, agregaron.

Desde el municipio aclararon a Data Clave que “el hospital sigue funcionando” y que de haber renuncia se reemplazaran los cargos vacantes. Sin embargo, aclaran que “hasta acá no hubo ninguna renuncia” y “los servicios están garantizados”.

“El hospital está trabajando muy exigido pero aún hay margen. Esto es un conflicto gremial que viene de larga data pero es mentira que se cerró”, afirmaron fuentes del municipio.

El gremio también incluyó al gobierno provincial y le envió una carta al gobernador Axel Kicillof advirtiendo de “un grave peligro sanitario en el sistema público de San Miguel” y pidiendo que sean incluidos en una mesa técnica de salud desde el Ejecutivo.