Un hombre de 76 años fue asesinado este jueves de un balazo en el rostro a metros de su casa del barrio porteño de Villa Soldati por una persona que quedó registrada en las cámaras de seguridad de la zona.

La principal hipótesis apunta a una "ejecución" por encargo o un ajuste de cuentas vinculado a posibles deudas que tenía la víctima.

Un hijo del hombre dijo que directamente "vinieron a ejecutarlo", y no descartó que haya sido por cuestiones laborales, ya que recordó haber atendido llamadas al celular de su padre en las que le dijeron "decile a tu viejo que me pague lo que debe, que no se haga el boludo".

El hecho ocurrió esta madrugada, cerca de las 5, en Tabaré al 2700, y Pizarro, donde la víctima fue hallada muerta en el cordón de la vereda con un tiro en el rostro.

Al lugar llegaron alertados por los vecinos efectivos de la Comisaría Vecinal 8 B de la Policía de la Ciudad, quienes identificaron al hombre asesinado como Adolfo Gustavo Calabretta (76), quien residía en esa misma cuadra y estaba jubilado, aunque se dedicaba a la compra y venta equipos de impresión.

Tras ello, llegó también personal del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), que corroboró que el hombre ya estaba fallecido producto del impacto que le efectuaron en la cara.

Los pesquisas establecieron que en la esquina de la casa de Calabretta hay cámaras del Centro de Monitoreo Urbano (CUM), por lo que al analizar las imágenes descubrieron que toda la secuencia del asesinato había quedado filmada.

De acuerdo a los voceros, a las 5.15 se observa a un hombre de cabello negro, vestido con una campera azul similar a la de la selección argentina, jeans y zapatillas oscuras con suela blanca, que se acerca a la víctima y le dispara en el rostro, tras lo cual se va.

"Por los videos que ya se están analizando se trató de una clara ejecución. El asesino llega tranquilo, se arrima, le dispara y se va de la misma manera", dijo una fuente judicial.

El mismo vocero agregó que "se están tomando testimoniales para individualizar posibles conflictos o algún sospechoso que tuviera un móvil para ejecutar u ordenar el asesinato".

"Al margen de eventuales deudas, tenía algunos problemas con una extorsión", confió el investigador judicial.

Según las fuentes, la víctima vivía en Villa Soldati hace unos cinco años, donde alquilaba una propiedad, y era estimado por los vecinos.

"Cosas como 'decile a tu viejo que me pague lo que me debe, que no se haga el boludo'. La verdad que nunca me amenazaron o lo amenazaron de muerte. Llamaban y quizás como él no quería atender, me daba el teléfono a mí para que atienda a esa persona y bueno yo le pasaba el mensaje", dijo Alejandro.

La investigación por el crimen es llevada a cabo por la Fiscalía en lo Criminal y Correccional 3, a cargo de Marcelo Roma, quien convocó para la pesquisa a la División Homicidios de la Policía de la Ciudad.