La muerte de la joven Daiana Abregú en la comisaría de Laprida, un pequeño pueblo del interior bonaerense, el 5 de junio del año último, sigue generando polémica: su familia asegura que la mataron, mientras que la Policía Bonaerense sostiene que se suicidó.

Mientras la versión policial sostiene que la joven se ahorcó; la autopsia realizada por el cuerpo de peritos de la Suprema Corte de Justicia bonaerense confirmó, en cambio, que el cuerpo de Daiana tenía heridas de defensa y no presentaba lesiones en el cuello compatibles con un lazo de ahorcamiento.

En la causa hay cinco policías imputados, que recuperaron su libertad luego de un controvertido peritaje realizado por la Policía Federal, que le dio pie al fiscal Ignacio Calonje a ordenar la libertad de los acusados.

Según la Comisión por la Memoria, que asiste a la familia de la víctima, el informe se extralimitó en sus funciones, cometió errores groseros e interpretaciones estigmatizantes de la víctima y excluyó a los peritos de parte para imponer la hipótesis del suicidio. 

Ahora el mismo fiscal encargó a la Policía Federal que realizará la reconstrucción del hecho en la comisaría donde murió la joven, que había sido detenida por una contravención: estaba gritando en la calle en estado de ebriedad.

A pesar del accionar irregular y arbitrario de la fuerza policial, el fiscal Calonje convocó nuevamente a la Policía Federal para realizar la reconstrucción de la escena de la muerte. Con la participación de los imputados, el personal médico y peritos de parte, el procedimiento reconstruyó las instancias previas a la muerte de Daiana, el momento del hallazgo del cuerpo y la asistencia del personal médico y paramédico en la reanimación de la víctima”, sostuvo la Comisión.

“Para los primeros dos momentos, la reconstrucción de los hechos se basó exclusivamente en el relato de los policías imputados y se analizó una única hipótesis: el supuesto suicidio de Daiana Abregú en un sector del calabozo que se encontraba a la vista del personal policial de guardia y/o imaginaria, sin embargo ninguno de los imputados dice haber presenciado el momento del hecho. Esto implicó desconocer la autopsia realizada por peritos de la Corte bonaerense y no reconstruir al menos algunas de las posibles secuencias homicidas que pudieran haber tenido lugar en la dependencia policial”, agregó el organismo.

Un hecho que agrega gravedad a la situación es que en el día previo a la reconstrucción del hecho el padre de Daiana Abregú denunció haber sido amenazado con un arma de fuego por el abogado de uno de los policías imputados.

“Desde su incorporación en la causa como equipo pericial, en una muestra de defensa corporativa, la participación de la Policía Federal sólo buscó instalar la hipótesis del suicidio para desligar de responsabilidades a los policías bonaerenses imputados en la muerte de Daiana Abregú”, concluyó la Comisión.