A la fecha, en el AMBA, hay ocho intendentas ejerciendo el cargo. No solo se trata del mayor número de jefas comunales para la región, sino que además deja a la vista un fuerte crecimiento en lo que refiere a la representación femenina para los máximos cargos municipales.

Como ejemplo, basta poner una fecha cercana en el tiempo para evidenciar el cambio de paradigma. Al 8 de diciembre de 2019 no había ninguna mujer a cargo en los 40 municipios bonaerenses (41 con CABA) que conforman el AMBA. Lo que expone un crecimiento radical de 0 a 8 en dos años.

Con la asunción de Karina Menéndez al frente de Merlo, en reemplazo de su hermano Gustavo, quien pidió licencia con el fin de evitar la fecha límite que impide la reelección indefinida, las mujeres a cargo de los distritos bonaerenses llegaron a ocho. Lo que muestra un promedio de una intendenta cada 4 intendentes.

Es cierto. La diferencia es grande. Sin embargo, se achicó. Y pasa a ser todavía más ajustada si solo se tiene en cuenta el Conurbano, la zona más poblada de la Provincia, y del país, donde están al frente en 6 de los 24 distritos: un 25 por ciento de las jurisdicciones.

El problema con la representación aparece a la hora de contar cómo llegó al frente del distrito cada una de las intendentas. Y ahí el porcentaje desciende drásticamente. Sucede que de las actuales ocho, solo cuatro fueron electas: Mariel Fernández (Moreno), Mayra Mendoza (Quilmes), Blanca Cantero (Presidente Perón) y Marisa Fassi (Cañuelas).

Las cuatro restantes se vieron favorecidas por la ley que prohíbe la reelección indefinida y que llevó a los jefes comunales de sus distritos a pedir licencia para ocupar una plaza en el ejecutivo nacional, bonaerense o en CABA. Este es el caso de Soledad Martínez (Vicente López), la mencionada Menéndez (Merlo), Marina Lesci (Lomas de Zamora) y Noelia Correa (Malvinas Argentinas).

Para colmo de las dos representantes femeninas en el interior bonaerense solo quedó una: María Celia Gianini (Carlos Tejedor), ya que Érica Revilla dejó su sillón municipal de General Arenales para pasar a ocupar una banca en el Senado bonaerense. Y la representación cayó a una de 95 distritos. Lo que expone una deuda considerable en la equidad.

"Si lo confrontamos con los 135 municipios, la cifra es bajísima. Esto muestra que a pesar del avance enorme de las mujeres en la participación política y también en la representación, porque la paridad legislativa da cuenta de eso, todavía en lo que refiere al poder territorial hay una construcción de la lógica masculina que sigue dando resultado para que encabecen varones", aseguró en diálogo con Data Clave, la ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires Estela Diaz.

Así como tenemos conciencia de clase, tenemos que tener conciencia de género”, sostuvo. Y la pelea es colectiva. "Todas las mujeres que quedaron a cargo en sus distritos tienen una posición concreta en relación al rol de la mujer en la sociedad, la política, el deporte, el trabajo y la vida cotidiana" agregó la funcionaria bonaerense.

Sin embargo, Díaz profundizó al afirmar que "a la mujer le sobra capacidad, en muchos casos más que los varones. Necesitamos que la política vaya produciendo las herramientas que favorezcan a una democratización mayor. Que haya pocas intendentas demuestra que nuestra democracia tiene una deuda para una parte significativa de la población".

De sostenerse la ley que pone fin a la reelección indefinida, la posibilidad de representación de las mujeres podría crecer considerablemente. Solo basta con ver que más del 70 por ciento de los intendentes no podrían volver a presentarse, algo que, sin dudas, modificaría las reglas de juego en relación a la paridad de género.