En el marco de Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes, se reveló que, solo en la Ciudad de Buenos Aires, durante el 2022, el 79% de niñas, niños y adolescentes que declararon en la justicia fueron víctimas de abuso sexual.

La Asesora General Tutelar Adjunta de Menores, Laura Grindetti expresó: “Cuando vemos estas cifras que son preocupantes, nos refuerza la idea de que la prevención sigue siendo uno de los ejes fundamentales para evitar que este grave delito siga expandiéndose. Muchas chicas y chicos llegan a esta instancia después de haber recibido una clase de ESI por ello, es fundamental que esta ley se cumpla".

“Los organismos dedicados a la protección de derechos debemos continuar generando espacios de escucha, facilitar el acceso a la justicia difundiendo campañas contínuas de prevención y promoviendo capacitaciones para todas las personas e instituciones que tienen vinculación con niñas, niños y adolescentes”, agregó. 

Las niñas y niños constituyen el colectivo más vulnerable de nuestra sociedad. Las situaciones de abuso se producen, en un 80 % de los casos, en contextos intramuros y en lugares de su entorno y son cometidas por familiares o conocidos de las víctimas lo cual, dificulta la detección.

En la Argentina, según datos obtenidos del Programa Nacional Las víctimas contra las Violencias, durante el período 2020-2021, del total de víctimas registradas por violencia sexual (5.566), un 58% fueron niños, niñas y adolescentes (3.219). 

Se advirtió asimismo una concentración de las consultas en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires del 63%.

En todos los grupos etarios, el mayor porcentaje de niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia sexual pertenece al género femenino, representando casi 4 veces más que el masculino. En el caso del género masculino, el mayor porcentaje de niñas, niños y adolescentes, se concentra en el rango etario de 12 a 17 años.

Las modalidades de abuso sexual se dan tanto en el contexto intra como extra familiar, y una situación similar acontece también en la explotación sexual, la pornografía infantil y el delito de Grooming. 

Las consecuencias de estos delitos, como es sabido, perduran en el tiempo, afectando el desarrollo y las etapas futuras de la vida.

En la Argentina, a partir de la modificación del artículo 72 del Código Penal, el abuso constituye un delito de acción pública, lo que permite que sean cada vez más los casos que llegan a la Justicia, considerando que el 75% de los abusadores suele ser un familiar directo o una persona de confianza del círculo familiar.