Luego de la polémica suscitada por los incrementos en las tarifas anunciados en los servicios de telefonía, internet y televisión, desde el Ente Nacional de Comunicaciones marcaron la cancha y aseguraron que “nosotros vamos a rechazar los aumentos”. 

Así lo manifestó a Télam el vicepresidente de Enacom, Gustavo López. "Lo que pretenden las empresas es un proyectado del 65 al 70% de aumento en un año", señaló el funcionario, al tiempo que calificó la intención de "disparate". "Con aumentos de ese tipo, amparados por la justicia, mucha gente se va quedar sin servicio", disparó el funcionario.

Cabe recordar que en enero de este año se descongelaron los precios de los servicios de comunicaciones. En aquel momento, el Enacom autorizó hasta el 1 de julio aumentos del 20%, mientras que las empresas aumentaron alrededor de 32%, amparadas en medidas cautelares que frenaron la aplicación del DNU 690 y sus reglamentaciones que categorizaron a la tv paga, internet y telefonía como servicios públicos esenciales y en competencia.

"Nuestro objetivo era que no hubiera aumentos hasta diciembre, pero las empresas ya anunciaron incrementos para agosto y septiembre. Esta semana nosotros lo vamos a rechazar", indicó López. Y agregó: "En este punto no hay dialogo porque cada uno tiene una postura diametralmente opuesta, no hay posibilidad de zanjarlo: O es servicio público o no es servicio público".

En tanto, ante la posición del sector privado que asegura verse condicionado por la declaración de servicio público, y especialmente por la regulación de precios, López señaló que "nosotros no nos metemos en sus ganancias, pero estamos cuidando al consumidor".

Agregó que la decisión de declarar a internet como servicio público se tomó un año atrás cuando en plena pandemia, con el aislamiento social vigente y un congelamiento en las tarifas de gas, luz y agua, las empresas del sector "quisieron volver a aumentar de un modo brutal" los precios de los servicios.

La semana pasada el presidente Alberto Fernández reavivó el debate público al sostener que las comunicaciones son un servicio público "le pese a quien le pese". Para el vicepresidente del Enacom queda claro que "vale la pena el debate público sobre si internet o las telecomunicaciones tienen que tener un acceso universal o tienen que estar restringido por la ley de oferta y demanda".