Mientras las llamas siguen consumiendo hectáreas de bosque nativo en la zona de Cuesta del Ternero, en la provincia de Río Negro, un informe advirtió que durante el 2022 hubo incendios en todas las provincias de la Argentina, con los consiguientes perjuicios económicos, sociales y ecológicos.

“Entre enero y octubre de 20221 se registraron incendios en 23 de las 24 provincias, con Tierra del Fuego como la única que no aparece en los reportes. Sin embargo, el 30 de noviembre se reportaron focos de incendios en esa provincia en un área protegida de bosques nativos, Tolhuin. En un período de dos semanas, más de 9 mil hectáreas fueron consumidas por el fuego”, advierte un trabajo de Amnistía Internacional.

De acuerdo con el relevamiento, las provincias que se vieron más afectadas por las llamas fueron Corrientes, con más de 147 mil hectáreas bajo el fuego; San Luis, con 97 mil hectáreas; y también Chubut, con 80 mil hectáreas. 

La organización sostiene que los incendios forestales tienen un impacto a largo plazo en el ecosistema: la pérdida de vegetación, árboles o bosques nativos que puede tardar décadas en regenerarse o no hacerlo nunca; la fauna, con la pérdida de especies y animales silvestres; así como el impacto en las poblaciones que allí habitan. 

Pero lo más llamativo que las acciones humanas son responsables del 95% de los incendios, por negligencia, fogones mal apagados y la quema intencional de pastizales, para luego destinarlo al ganado bovino.

Además, la proliferación de los incendios forestales se explica por el cambio climático: altas temperaturas, intensas sequías, bajos niveles hídricos. Todas estas condiciones hacen que los territorios sean más propensos a incendios o que éstos se propaguen más rápidamente. 

La situación no tuvo cambios durante este verano, temporada de alerta por los incendios, ya que  hasta ahora hubo focos de incendio activos y otros contenidos en las provincias de Río Negro, Corrientes, Entre Ríos y Neuquén.  

Además de lo que significa la destrucción de la flora y los años que se demora en la generación de nuevos bosques, se deben considerar también los daños económicos. “Se estima que la recuperación tras los incendios podría costarle a Argentina entre USD 1.100 y 3.700 millones por año”, según Amnistía.