Fernando Signorini fue y es un histórico preparador físico de la Selección Argentina y una persona que estuvo muy ligada a la carrera profesional de Diego Maradona. Tuvo la posibilidad de seguir sus pasos y también los de Lionel Messi.

Además de preparador físico, también es un sujeto crítico de la sociedad. No se queda con lo que deja el verde césped y no tiene intenciones de ser políticamente correcto con las personas que desprecia o no respeta. En una entrevista con Data Clave, Signorini conversó sobre el presente del país y cómo está la sociedad. Ah, y también dio su mirada sobre la Copa América y el equipo de Lionel Scaloni.

Data Clave: Antes que nada, ¿cómo está su vida? ¿Recibió la vacuna?

Fernando Signorini: Bien, todo bien. Recibí la primera dosis de AstraZeneca. Tuve un poco de temperatura al otro día y un poco de dolor de cabeza, pero por suerte al otro día ya no tuve problemas.

DC: ¿Cómo ve a la Selección Argentina en la Copa América y su regreso en las Eliminatorias para el Mundial?

FS: Creo que no se puede ser demasiado ácido en el análisis y mucho menos en la crítica. Primero porque considero que esta Copa no se tendría que haber jugado. En segundo lugar es porque (Lionel) Scaloni pertenece a ese grupo de entrenadores que en realidad tienen un rol de seleccionador, no tienen tiempo para preparar la idea. Fueron varios meses de no ver a los futbolistas y no hay tiempo para nada. Se juega a lo que le sale a los jugadores y ese es el resultado. Se nota en todos una falta de ensayo en la idea de juego que hace que todo dependa… que se yo, como decía (Dante) Panzeri, el fútbol es impredecible. Con un poco de buena suerte podes ganar y viceversa, pero no le agrega absolutamente nada a las mejores páginas del fútbol sudamericano, absolutamente.

DC: ¿Qué cambió ahora para las selecciones sudamericanas?

FS: Es que no tiene sentido, es como pedirle a una orquesta que, por más que tenga grandes músicos, toque en la gran gala de (Teatro) La Scala de Milán a la perfección, y es muy difícil. Este es un deporte de conjunto y se necesita que los mecanismos estén bien aceitados. Y si a veces no te sale trabajando todos los días, imagínate de esta manera.

DC: ¿Es difícil evaluarlo a Scaloni? De alguna forma, es el único que quiso hacerse cargo…

FS: Los entrenadores argentinos que están en Europa ganan una fortuna y viven el fútbol de otra manera, no se vive con la histeria que hay en Argentina. Y en segundo lugar, es muy difícil de que las cosas vayan bien. Estamos muy lejos del concierto internacional. Toda Sudamérica tiene desventajas frente a los europeos. Ellos están todos juntos y en poco tiempo pueden juntarse y entrenar. Acá hay que hacer viajes intercontinentales, venir del calor al frío con cinco horas de diferencia… cada vez estamos más lejos y eso se va a acentuar.

DC: ¿Y el fútbol formativo en qué situación está?

FS: El fútbol es un hecho social. Antes los chicos jugaban entre 8 y 10 horas por día en la calle. La tecnología lo está reemplazando, pertenece a los ámbitos de la época y hay que adecuarse. Como decía (Adolfo) Pedernera: “Lo que veo ya lo vi, lo que veo ya no lo veo más”. Y va a ser muy difícil que se vuelva a ver. En mis épocas de la niñez nos sobraba el tiempo y lo utilizábamos en jugar. No existía nada. Era jugar, jugar y jugar. Jugar en libertad y sin los miedos que se transmiten ahora, con las presiones brutales. Presiones al extremo como el caso del chico de Aldosivi que quedó afuera de una convocatoria y se le puso fin a su vida (se trata de Leandro Latorre, un chico que se suicidó a los 17 años el 4 de agosto de 2020).

Fernando Signorini y Diego Maradona, en plena preparación para el Mundial de 1994.
Fernando Signorini y Diego Maradona, en plena preparación para el Mundial de 1994.

DC: ¿El contexto país limita el desarrollo de los jugadores?

FS: Todo tiene que ver con todo. El deterioro y el cambio social afecta a cada una de las disciplinas, y por supuesto al fútbol.

DC: Yendo a otros terrenos, ¿cuál es su visión de los medios de comunicación sobre estos temas?

FS: Es parte del juego perverso. Los productores ven que no da rating y entonces pregona la frivolidad, la estupidez y el morbo. Los valores han sido pisoteados. Siempre habrá imbéciles que se presten a tocar la música que quiere el poder. Y ahora mucho más. Te ponen un saquito, una corbata y están ahí con una irrespetuosidad que realmente es, que se yo… ¿cómo haces para escuchar a estos tipos? Yo tuve la suerte de haber estado infinidad de hora con tipos como (César Luis) Menotti y (Ángel) Cappa e infinidad de jugadores del Mundial 78 y 86.

DC: Antes el panelismo de la televisión era gracioso cuando se dedicaba al mundo del espectáculo, pero ahora está muy metido en la televisión y en cuestiones densamente políticas…

FS: Forma parte del país. Cualquier cacatúa quiere cantar como (Carlos) Gardel. Me da tanto asco que prefiero no escuchar ni ver nada. Es de terror lo que está pasando. Y sobre todo con esto de la pandemia. Habría que haber un poco más de respeto por las dignidades.

DC: ¿Cómo ve el país a grandes rasgos?

FS: Es una hecatombe a nivel mundial. Países como el nuestro lo van a sufrir todavía más. ¿Cómo haces para gobernar un país lleno de argentinos? Acá ni siquiera Copperfield podría hacer algo. Es como un hueso del que hoy uno tira para un lado y luego el otro va para el otro. No hay una concertación de ideas y no hay una visión de país a 50 o 60 años. Y el fútbol es un fiel reflejo de ello. La última vez vi cuando jugó la Selección en Santiago del Estero en un estadio opulento de millones de dólares, mientras que en la provincia hay el más alto índice de mortalidad infantil por cada 1.000 chicos nacidos, y es la tercera en analfabetismo y peor calidad de servicios sociales. Pero bueno, la comparsa sigue sonando. Y después, en cuanto al fútbol, veo a los futbolistas muy callados. Que permiten que se juegue en estas condiciones. Hace poco vi lo de (Leonardo) Ponzio por la miocarditis y nadie dice nada. Pasó algo con un intento de Brasil, pero hicieron el famoso “perro que ladra no muerde” con la carta de oponerse a jugar la Copa América. Pero bueno, yo sigo siendo optimista y creo que seguramente, en el próximo siglo, las cosas van a cambiar (se ríe).

DC: ¿Qué hubiese hecho Diego Maradona si lo de Christian Eriksen le pasaba a uno de sus compañeros (tuvo un infarto en pleno partido y, mientras él se atendía en el hospital, el partido se terminó jugando)?

FS: El Diego de sus mejores años, por muchísimos menos, armaba un escándalo (se ríe). Yo creo que por esto se habría plantado y protegido a todo el plantel, no me cabe ninguna duda.

Fernando Signorini y Diego Maradona junto a Lionel Messi en el Mundial de Sudáfrica 2010.
Fernando Signorini y Diego Maradona junto a Lionel Messi en el Mundial de Sudáfrica 2010.

DC: ¿Le sigue doliendo la muerte de Diego? Ambos se quisieron mucho y se sirvieron mutuamente…

FS: En realidad no porque yo tengo mi manera personal de resolver esas cuestiones. Yo prefiero recordarlo con alegría que me produjo el haber estado con él durante 11 años de privilegio en sus mejores momentos. Y también en los otros. Prefiero recordar lo mejor, el vaso medio lleno. Ni se me ocurrió ni acepté ir al velorio, que me terminaron invitando el Gringo Heinze y Javier Mascherano. Es mi manera de resolverlo, y uno no debe quedarse con materias pendientes.

DC: ¿Qué puede hacer la tecnología por el fútbol? Uno ve los desarrollos de la humanidad y se sorprende. Se terminó fabricando una vacuna contra un virus en un año cuando, en otras épocas, se tardaba por lo menos cinco años…

FS: El fútbol es un hecho cultural que no está ligado fuertemente a lo científico. Los tipos que saben mucho de drones, de GPS y de neurociencia, de futbolistas no saben nada. Creo que están intoxicando el ambiente y están confundiendo a los jugadores llenándolos de miedos y presiones. ¿Qué hubiera sido de los Housemann, Maradona, Pelé y Garrincha si hubieran tenido esos adelantos, no? Al contrario, le hubieran quitado la libertad de decisión y la alegría del juego. Es lo que se está viendo. Sí considero importante en que se avance en la técnica de aparatología para la recuperación de futbolistas, lo mismo de la alimentación. Pero llega hasta ahí, de eso no pasa. Cuando se meten en el juego, lo complican.

DC: Cerremos con el VAR…

FS: Bueno, también. Están desvirtuando todo. Le quitan ritmo a los partidos y se tarda una eternidad para resolver los problemas. Primero dudan los de arriba y después va el juez y también duda. Es una cosa que no se puede creer. En lo único que se ponen contentos son los sponsors, porque a mayor tiempo de transmisión, mayor tiempo de publicidad.