Tras meses de vigilancias, seguimientos y relevamientos en redes abiertas (donde se publicaban los repuestos ilegales); detectives de la División Delitos Contra el Automotor de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal dieron un golpe a una organización dedicada la venta de repuestos robados y se incautaron de autopartes por un valor de mercado aproximado de USD 50.000.000.

Según informaron fuentes oficiales a Data Clave, los investigadores lograron dar con la localización de cuatro predios de grandes dimensiones ubicados en la provincia de Neuquén , donde organizaciones criminales llevaban adelante actividades de desguace vehicular.

Como resultado de los allanamientos llevados a cabo, con intervención del fiscal del caso Diego Fermín Azcárate se logró desbaratar cuatro lugares de acopio y venta de vehículos y autopartes robadas, detener a 31 personas que se hallaban relacionadas a los mismos, y realizar una de las mayores incautaciones de autopartes de los últimos tiempos, por un valor de mercado aproximado de USD 50.000.000.

Golpe a la mafia de los desarmaderos: 31 detenidos y secuestro de repuestos por U$S 50.000.000

De acuerdo con los investigadores, los rodados eran sustraídos por un sistemas de células de la organización que operaban en diversas provincias del país, luego eran trasladados hacia los predios de la Patagonia Argentina, donde finalmente eran desarmados y sus autopartes comercializadas.

Según una fuente de la investigación, esto marca la migración de organizaciones criminales relacionadas a esta temática que operaban en el ámbito metropolitano y que dado los golpes asestados en los últimos tiempos decidieron desplazarse hacia el interior del país.

“Los investigamos durante meses y hoy los detuvimos. Intentan esconderse acá en el interior, pero no van a poder” agregó la fuente, quien hizo referencia al despliegue territorial de efectivos de la Federal.

También recordó la peligrosidad que existe detrás de la actividad comercial de estas organizaciones criminales, ya que los eslabones más bajos son los encargados de sustraer los vehículos que serán finalmente desarmados, muchas veces mediante robos violentos que finalizan en lamentables hechos de sangre.    

Durante los allanamientos, también se constató la ausencia de medidas de seguridad ambiental, comprobándose que producto de las acciones de desarme y acopio vehicular, el derrame de hidrocarburos nocivos y contaminantes; motivo por el cual fueron tomadas muestras de suelo no consolidado para su posterior análisis.