Nosotros tenemos la obligación de aplicar políticas regulatorias y políticas de consensos. Es la tarea del Estado acercar las leyes a la ciudadanía. Desde la Secretaría buscamos proteger al inquilino en el marco de la ley vigente y aumentar la oferta de viviendas en alquiler”. Con estas palabras, el titular de la Secretaría de Comercio Interior, Roberto Feletti, dejó en claro la semana pasada durante la segunda reunión de la mesa de trabajo y negociaciones convocada por el Gobierno para resolver la situación de los alquileres.

Como se sabe, desde la Nación promueven la posibilidad de llevar a cabo un impuesto a la vivienda ociosa. Una idea que ya tiene su antecedente a nivel municipal pero que, no pudo ser tratada en el Concejo Deliberante de Tandil, por falta de acompañamiento de parte del oficialismo.

La iniciativa, que ahora tiene su versión nacional, fue elaborada por el concejal de Patria Grande, Juan Arrizabalaga, quien un mes atrás denunció ante este medio que “hay un desacople enorme entre los precios del mercado y los ingresos de los tandilenses sumado a una falta de políticas municipales que lleva a los inquilinos a sufrir un desalojo económico”.

No es una referencia al paso. En Tandil la situación inmobiliaria es muy compleja y cada vez hay menos oferta y especulación debido al crecimiento de alquileres cortos que llevan a los tandilenses a tener que pagar números imposibles para poder ingresar a una vivienda y que, a la hora de renovar los contratos, quedan presos de la propia variable del mercado.

Es por esto que el edil presentó semanas atrás un proyecto para poner una tasa sobre la vivienda vacía y de esa manera terminar con la especulación inmobiliaria. Lo que ahora se traduce a un impuesto en el marco nacional.

Se puede avanzar en ponerlo en discusión, pero hay que tener coraje y voluntad política. En un proceso inflacionario muy alto entendemos que el tema de los alquileres suma mucho a la inflación y la clave viene por tener más oferta en las viviendas existentes. En todas las ciudades intermedias se va una parte de un alquiler temporario sin registrar con una rentabilidad mucha más alta y también está la vivienda vacía”, le dice Arrizabalaga, también referente nacional de la Federación de Inquilinos, a Data Clave.

Y agrega: “La clave está en solucionar los precios de inicio. No es algo que está regulado. Los pisos se están yendo a números increíbles. Cada vez están más cerca del promedio salarial en la Argentina lo que expone que no hay margen”.

Claro, desde el otro lado la resistencia es fuerte. La vicepresidenta del Consejo Federal de Colegios Inmobiliarios de Argentina (Cofeci), Virginia Manzotti, indicó que el gobierno nacional está por agravar la crisis del mercado de los alquileres con los cambios que analiza introducir, como por ejemplo el impuesto a la vivienda ociosa. Y pronosticó que esta acción “va a hacer colapsar el mercado”. 

Más allá de ser parte del Frente de Todos, Arrizabalaga apuntó hacia adentro y sostuvo que “el gobierno tiene que entender que esto es una pelea concreta contra la inflación y la defensa del bolsillo de los trabajadores. Por eso proponemos un precio de referencia den los contratos que tenga que ver con la valuación fiscal. Es el método más sencillo. Lo mismo en relación a los  contratos largos. Es la pelea más importante que tenemos contra el sector inmobiliario. En dos años pasás de pagar 30 mil pesos a 120 mil. Lamentablemente hay una parte del gobierno que no entiende. Si se liberan más los precios se multiplican los alquileres a tres millones de inquilinos y es incontrolable.