Un informe de la Procuraduría de Narcocriminalidad advirtió que los principales capos narcos detenidos en el país continúan ejerciendo actividades delictivas desde sus lugares de detención mediante la utilización de teléfonos. Desde la efedrina hasta el tráfico vía Paraguay.

En el escrito, se mencionan los casos de los capos narco “Marcos” Estrada Gonzáles, quien comandó la venta de drogas durante años en la villa 1-11-14 de la Ciudad de Buenos Aires y actualmente esta detenido en la cárcel de Marcos Paz, o del jefe de “Los Monos”, Ariel “Guille“ Cantero, desde el penal de Piñero, en Santa Fe.

También se cita los casos de Mario Segovia, más conocido como “El Rey de la Efedrina”, detenido en el Penal de Ezeiza, el de Néstor Fabián Rojas, también detenido en Ezeiza y desde donde manejaba lo que se denominó el Primer Comando de Frontera para dedicarse al tráfico ilícito de drogas desde Paraguay o Carlos Alberto Bareiro, condenado por la causa narco de Itatí.

El informe fue presentado por el titular de la Procunar, Diego Iglesias, al Procurador de la Nación, Eduardo Casal, mencionando más de 20 casos de capos narcos, la mayoría de ellos ya condenados, en los cuales se detectó que aún coordinan desde cárceles federales y provinciales de todo el país “maniobras de tráfico, transporte y comercialización de estupefacientes y de otros delitos vinculados, ya sea lavado de activos, homicidios, secuestros extorsivos o amenazas”.

El organismo propuso la creación de una mesa de trabajo interdisciplinaria para elaborar un plan que prohíba la utilización de celulares en casos puntuales. “El objetivo de este trabajo es exponer los problemas que este fenómeno presenta para la persecución penal desde la óptica del Ministerio Público Fiscal y poner en conocimiento de las autoridades y otros organismos involucrados, la situación de coordinación desde el inetrior de las carceles”, apunta el informe.

Según el relevamiento realizado por la Procunar esa “situación se ha identificado en reiteradas oportunidades, en distintas jurisdicciones y en varias cárceles del país -tanto federales como provinciales-, evidenciando que el problema excede las circunstancias específicas de una institución en particular, o de las características de determinada organización”.

El organismo advirtió en los casos relevados la presencia de personas en el exterior de las cárceles que llevan a cabo “actividades ilícitas” que son organizadas por “eslabones superiores de la organización delictiva” que se encuentran privados de la libertad.

“Se propone la conformación de una mesa de trabajo que convoque a distintas áreas del MPF con incidencia en la materia y a otros organismos vinculados con la temática, para intercambiar diagnósticos, sugerencias y establecer un plan de política criminal que permita el abordaje de este fenómeno criminal específico”, sentencia el escrito.