Sin dudas que esto será recordado en la historia financiera como uno de los mayores errores de un banco. Sin querer, el Citi Bank transfirió casi U$S 900 millones a un grupo de prestamistas de un crédito adquirido por la marca de cosméticos Revlon. La intención del banco era enviar sólo los intereses del préstamo (U$S 8 millones), pero terminó por girar el 100% del capital.

Algunas de las 10 empresas financieras que intervinieron en el préstamo devolvieron su parte, pero buena parte de esa suma (unos U$S 500 millones) que el Citigroup intentaba recuperar a través de una demanda no será devuelta tras el fallo de un juez.

Lo que el Citi buscaba enviar eran solo los pagos de intereses del préstamo de Revlon, sin percibir que estaba enviando el capital completo, lo que fue interpretado por los prestamistas, entre ellos importantes fondos como Allstate Investment y Greywolf Loan Management, como que Revlon estaba pagando el préstamo antes de tiempo.

El juez Jesse Furman, del Tribunal de Distrito Sur de Nueva York, explicó que si los prestamistas que recibieron el dinero tenían la posibilidad de asumir "entre que Revlon había cancelado el préstamo a plazo antes de tiempo, como hacen los prestatarios a veces" o que "Citibank o Revlon habían transferido por error más de 900 millones de dólares, algo que ningún banco había hecho antes".

El magistrado agregó que la suposición de los prestamistas sobre el reembolso tenía sentido dado que se sabía que Revlon estaba bajo presión financiera, debido a la pandemia de coronavirus.

Y para sostener su decisión se basó en un caso de 1991 en el que la ley de Nueva York resolvió que "los bancos que realizan transferencias bancarias a acreedores de buena fe corren el riesgo de perder si se produce un error".

Aunque advirtió que los acusados "todavía no son necesariamente libres de hacer con el dinero lo que quieran". Y el Citigroup ya adelantó que apelará la decisión porque "creemos que tenemos derecho a los fondos y continuaremos buscando una recuperación completa de ellos".