Una investigación realizada por la Dirección General de Aduanas (DGA) permitió desarticular una red internacional de narcotraficantes que intentó ingresar a España 540 kilos de cocaína en un embarque proveniente desde Asunción, Paraguay, que hizo escala en puertos argentinos.

Los controles y alertas de la Aduana argentina permitieron que las autoridades españolas detectaran la cocaína que estaba escondida en un contenedor repleto con tarimas de madera. La articulación de la DGA con su contraparte de España permitió a las fuerzas de seguridad de ese país detener esta semana a 10 integrantes de la organización en Cádiz y Sevilla.

Como resultado de los controles y verificaciones realizados sobre el embarque proveniente de Asunción, Aduana remitió una alerta a su par española donde indicaba la posibilidad de que en ese contenedor podía haber material sospechoso de narcotráfico. Por esa razón, el personal de la aduana española decidió abrirlo y realizar una inspección exhaustiva en la que fue detectada la droga.

La inspección en la que se detectó la droga se hizo en Algeciras, España, una de las escalas intermedias que tenía el buque hasta su arribo final en Sevilla. La alarma transmitida se despertó en la Aduana argentina al constatar diferencia de peso entre la declarada en Paraguay por la empresa exportadora y la verificada por las autoridades aduaneras en la terminal Sud del puerto de Buenos Aires, donde se realizó el trasbordo.

Fuentes de Aduana confiaron a Data Clave que sus autoridades escanearon el contenedor y verificaron sus precintos en los días en los que estuvo en Buenos Aires, sin que arrojara irregularidades debido al método de ocultamiento. Sin embargo, se verificó una diferencia de peso entre la documentación y lo que mostró la balanza al momento de su pesaje, por lo que se le dio aviso de manera preventiva al Departamento de Aduanas español.

Tras salir de Argentina, el barco pasó por Marruecos y luego arribó al puerto español de Algeciras. Allí y a raíz de la alerta argentina, el Servicio de Vigilancia Aduanera de España encontró escondidos entre la carga del contenedor más de 500 paquetes con un kilo de cocaína cada uno, en panes envueltos con un plástico con un logo que decía “Japón” y la bandera de ese país.

Seguimiento de los contenedores

Tras su descubrimiento, agentes de la Policía Nacional y funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Sevilla, procedieron a realizar el seguimiento y entrega vigilada de los contenedores.

Días más tarde, el contenedor que transportaba la droga, siguiendo órdenes de la organización contrabandista, fue llevado hasta una nave situada en la localidad de Santiponce (Sevilla). Como consecuencia del operativo de seguimiento especial, se procedió a la detención de cuatro individuos: uno de ellos dentro de la nave, otro que realizaba tareas de contravigilancia en los alrededores, también al arrendatario de la nave y, finalmente, al administrador de la sociedad importadora.

A continuación, se efectuaron seis entradas y registros en diferentes domicilios y naves en las localidades sevillanas de Santiponce, Camas, Valencina de la Concepción y Sevilla capital, aprehendiendo en una de ellas 808 kilos de picadura de tabaco y destapando con ello la implicación de dos nuevas empresas en el contrabando de tabaco.

Investigación de la Aduana permitió desbaratar una red narco que quiso ingresar cocaína a España

Posteriormente, se consiguió retener el envío, ya en marcha, de 28,5 kilos más de picadura de tabaco a nombre de las dos empresas implicadas, con lo que el total de picadura de tabaco aprehendida ascendió a 836,5 kilos.

De esta manera, se puso de manifiesto la utilización del contrabando de tabaco para conseguir financiación necesaria para sufragar los costes de compra e introducción de la droga.

Antecedentes

Esta investigación que permitió desarticular una red internacional de narcotraficantes se suma a la que la Aduana realizó en conjunto con la Policía Federal Argentina y la Guardia Civil Española en la que se desbarató una organización de siete personas que pretendía ingresar en Europa 71 kilogramos de cocaína ocultos en una casa rodante, también dentro de un contenedor en un barco. En este caso, también el puntapié surgió de una requisa de agentes aduaneros junto con canes en el puerto de Zárate, durante el cual se descubrió la droga en la casilla antes de su carga en el buque.

Investigación de la Aduana permitió desbaratar una red narco que quiso ingresar cocaína a España

En ese momento, los agentes aduaneros con la ayuda de la perra Chola y el can Leo, descubrieron que debajo de la cama había un doble fondo dentro del cual se encontraron 67 paquetes que resultaron tener 71,25 kilogramos de cocaína.

El vehículo pertenecía a un turista español que se comprobó había estado en Argentina desde noviembre y que posteriormente regresó a su país de origen.

Las investigaciones de la DGA y de la Policía Federal Argentina permitieron identificar el recorrido del turista y las personas con las que tomó contacto durante su estadía, que también fueron volando a España por separado en las últimas semanas.

En ese caso, el juzgado federal de Campana dispuso la entrega vigilada de la cocaína. Este proceso consiste en reemplazar la sustancia por otro producto inocuo y simular el trayecto bajo control de las autoridades para poder detectar a los responsables del tráfico en el momento en que se dirigen a retirarlo en el destino final. Para ello, se tomaron ladrillos de construcción y maderas, que fueron recubiertos con envoltorios similares a los secuestrados y acondicionados en el interior de la casa rodante de igual modo en el que se encontraban originariamente, de manera de no levantar las sospechas de los involucrados.

Finalmente y tras un recorrido de más de un mes, se concretó la entrega vigilada en Valencia. En simultáneo, se realizaron 12 allanamientos en la Ciudad de Buenos Aires y otras localidades bonaerenses, y se detuvieron a los siete miembros de la organización, cuatro de ellos en España y tres en Argentina.