Tras el anuncio del presidente Alberto Fernández, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Áxel Kicillof, anunció que a partir del martes comienza una nueva fase en el Gran Buenos Aires, pasando del aislamiento al distanciamiento. "Empieza la etapa de los protocolos", dijo el funcionario.

El gobernador bonaerense explicó que en esta región en 10 semanas los casos bajaron a un tercio de lo que eran. "Hoy hay en el AMBA 730 camas de terapias intensivas ocupadas. Hace dos meses eran 1250 las camas ocupadas", indicó Kicillof y agregó que a partir de ahora "testearemos a todos los contactos estrechos de casos positivos, sean sintomáticos o no".

El funcionario confirmó: "Si los casos siguen descendiendo, la semana que viene vamos a poder anunciar nuevas aperturas: mesas en el interior de locales gastronómicos; actividad en gimnasios y actividades deportivas en lugares cerrados hasta 10 personas".

Respecto a las clases, aclaró que "siempre hubo clases en la Provincia de Buenos Aires" y que en 82 municipios en riesgo medio, se pudieron implementar "actividades de revinculación al aire libre, pero en edificios". "Son actividades de revinculación, que no son clases, porque no se pueden dar clases en una sombrilla", argumentó.

También dedicó gran parte de su discurso a hablar de la vacuna rusa. "Podemos decir que muy pronto vamos a tener una vacuna y vamos a poder arrancar con un plan de vacunación para empezar a terminar con esta pesadilla", celebró Kicillof y criticó a quienes consideran quienes criticaron el origen del fármaco. "No sé a quién se le ocurre que una vacuna puede tener ideología", cuestionó.