La vida de Olga Naum estuvo marcada por la tragedia.Y así terminó. El cuerpo de la diseñadora de 74 años fue encontrado por un empleado durante el mediodía del sábado 24 en la habitación de un hotel del barrio de la Recoleta, donde se había alojado la noche anterior, con todos los signos de un suicidio.

Naum llegó al hotel Recoleta Up a las 17.20 del viernes 23. Como a la mañana siguiente no salía ni contestaba el teléfono fueron a ver que ocurría. Junto al cadáver había un blíster vacío de clonazepam y dos frascos de esa misma sustancia para ingerir en gotas. En la cabeza tenía una bolsa de nylon y estaba vestida.

La causa por su muerte está a cargo del fiscal Leonel Gómez Barbella, quien ordenó una serie de medidas complementarias. Se ordenó al Cuerpo Médico Forense que realice una batería de estudios histopatológicos. Pero en la habitación no había signos de violencia y las causas de la muerte condicen con las de un suicidio.

En la mesa de luz los investigadores encontraron un recorte de un diario, en el que se hace referencia a un caso ocurrido en Saladillo, una ciudad distante a 180 kilómetros de Buenos Aires, donde hace dos semanas, un joven mató e hirió a otros dos, con quienes integraba una banda de rock.

La trágica muerte de Olga Naum: del Clan Puccio al arresto de su nieto acusado de homicidio

El presunto asesino y su padre están presos. Olga Naum era la madre y la abuela, respectivamente, de Ezequiel Emilio Salgado (46) y Joaquín Salgado (19), el dueño del campo y su hijo, presos por el crimen. El joven como autor de los disparos y el padre como dueño del arma.

Las víctimas del ataque fueron Lorenzo King (37), hijo de la concejala de Saladillo Silvina Cotignola (Frente de Todos) y Tomás Matías Santopolo (31), guardavidas e hijo de la fiscal de esa ciudad, Patricia Hortel, quien recibió un tiro en un brazo.

Además del recorte del diario en el que se hace referencia al caso, también se encontró una carta, aparentemente dirigida a su familia en la que hace referencia a otros casos trágicos que ocurrieron en su entorno, como la muerte de un nieto que cayó por la el hueco de un ascensor, años atrás. También se refiere a la muerte de un hermano por el consumo de cigarrillos.

En la carta, que por momentos es ilegible, se refiere al arresto de Joaquín y proclama su inocencia, al sostener que el ataque contra los otros dos hombres fue consecuencia del consumo de drogas.

Olga junto a su nieto Joaquín.
Olga junto a su nieto Joaquín.

Pero el apellido Naum llegó a las páginas policiales de los diarios en los años 80. Uno de los hermanos de Olga, Emilio, a quien llamaban Milo, fundador en aquella época de la cadena de ropa Mc Taylor, fue una de las víctimas del Clan Puccio, la familia que vivía frente al Club Atlético San Isidro y que usaba el sótano de la casona para encerrar a las víctimas de sus secuestros.

Emilio que entonces tenía 38 años se resistió a que lo secuestraran el 22 de junio de 1984. Los Puccio elegían a sus víctimas en su círculo de conocidos. Arquímides, el jefe de familia y líder del clan, fingió que había tenido un desperfecto con el coche, justo cuando pasaba Emilio y le pidió ayuda. Cuando se detuvo y se dio cuenta de que lo querían secuestrar se resistió y lo mataron a tiros.

Su hermano Emilio.
Su hermano Emilio.

Pese a todo, Olga siguió adelante vinculada al mundo de la moda. Se recibió de fonoaudióloga, pero luego se dedicó al diseño de indumentaria, primero junto a su hermana, Graciela, quien a la postre se convirtió en una de las modistas de Máxima, la reina de Holanda. Olga continuó con su camino, pese a unos primeros tropiezos, y se afianzó en el mundo de la moda.

Además, le gustaba la pintura, viajar y andar a caballo. Apenas unos días antes de su muerte, Olga publicó en su cuenta de Facebook fotos y festejos por sus 50 años de matrimonio. Parecía entonces una mujer feliz.