El médico clínico y voz de consulta del Gobierno nacional, Luis Camera, conversó con Data Clave sobre la realidad epidemiológica actual, tanto en el aumento de contagios como de la llegada de la variante Ómicron.

"Si queremos cuidar la economía, tenemos que hacer un esfuerzo muy grande para que no haya brotes de coronavirus", aseguró.

Data Clave: ¿En qué situación ve al país con los últimos aumentos de contagios?

Luis Camera: Lamentablemente era algo que lo veníamos diciendo. Hace tres o cuatro semanas los casos empezaron lentamente a subir producto de la ola de la variante Delta. Se ha perdido mucho control poblacional de los cuidados y todavía falta un buen número de personas que se vacunen, sobre todo los jóvenes que no fueron a darse la segunda dosis. Hay un grupo grande de gente con una sola dosis y eso hace que la inmunidad no sea suficiente contra la variante Delta. Y lo otro que ocurre es que se producen los elementos contagiadores de amontonarse y no usar barbijos. Los números de los últimos dos o tres días no son agradables y la ola es un poco más grande de lo que uno podía esperar. Hay un problema en la conducta de la gente que es muy difícil de poder cambiar a esta altura.

DC: Si uno compara los reportes de 2020 con los de la última etapa de 2021, nota que los contagios disminuyeron aproximadamente un 50%. ¿Es suficiente?

LC: Nosotros teníamos varias hipótesis sobre el impacto de la variante Delta. En el caso menor imaginábamos contagios de hasta 7.000 personas y perder cerca de 5.000 personas de acá a seis meses, porque el virus está y se transformó endémico, lamentablemente. La otra hipótesis es más fuerte y tiene que ver con lo que pasa en Europa. La tercera mirada es un rasgo intermedio, que es donde creo que nos estamos ubicando nosotros. Esto sucede porque hay gente que no se terminó de vacunar, pese a que hay un número muy bueno de inmunización. La crisis principal está ocurriendo en el AMBA, y a partir de ahí se va a irradiar en el país. Para mí no es problemático un brote en Mar del Plata, Tucumán o Calamuchita, porque esos se van a frenar. El problema es el brote en el AMBA, por el intenso flujo de gente que se ve de forma diaria. Los brotes provinciales, sinceramente, no me preocupan mucho, salvo por las actividades turísticas. Si queremos cuidar la economía, tenemos que hacer un esfuerzo muy grande para que no haya brotes de coronavirus. Para eso hay que usar barbijo, todo el tiempo, sólo si estoy con mi núcleo familiar. También está lo del pase sanitario, pero va a ser difícil controlar las restricciones.

DC: Algunos países mostraron que, pese a la alta tasa de vacunación, tuvieron que retroceder por la cantidad de contagios. ¿Por qué se da ese fenómeno?

LC: Porque te queda población sin vacunar y tenés a otros ciudadanos que no tienen el esquema de vacunación completo. Y con el tiempo, la inmunidad comienza a menguar. En Europa se está demostrando lo que es la epidemia de los no vacunados, son epidemias irruptivas porque empieza a car la inmunidad. Si decae la inmunidad, pero hay poco virus -es decir, poca cantidad de casos-, no va a pasar nada. En el caso contrario, va a ser muy complicado. Por eso es necesario vacunarse, para que baje la carga de virus. Te pongo un ejemplo: si hoy una persona no vacunada se va a Nueva Zelanda, no pasa nada, tiene una posibilidad muy remota de infectarse; si un vacunado con dos dosis, que es mayor, se va a Alemania, y... cuidado, porque hay mucho virus en la calle. Con una alta tasa de vacunación el ambiente va a estar mucho más limpio y no va a estar contaminado.

DC: ¿Se puede predecir cuándo puede neutralizarse una pandemia?

LC: Es algo que no te lo puede responder nadie. Para mí ya no es una pandemia, esto se transformó en algo endémico, el virus vino a quedarse y va rumbo a ser una gripe. El virus como gripe sería tolerable y yo creo que vamos camino a eso. Ahora hay contagios, pero ya no está matando mucho, por eso digo que vamos a una endemia. Y ya no hay caso de intentar frenarlo, porque es imposible de frenar. Antes buscábamos aletargarlo hasta tener protección, hoy contamos con vacunas y están por salir los antivirales para los pacientes que necesiten tratamiento. Hay que construir murallas con la vacunación.

DC: ¿Qué opina de la variante Ómicron?

LC: Se hizo lo imposible para frenar su llegada, pero es impracticable poder evitar el ingreso por las fronteras. Lo que tenemos que buscar es estar protegidos. Antes nos tiraban flechas y no teníamos protección, entonces era lógico el encierro. Ahora nos tiran flechas, pero tenemos casco y escudo. Las restricciones eran buenas cuando no teníamos nada y necesitábamos ganar tiempo. Lamentablemente hay algunos que no quieren usar el casco y el escudo, y después están los que se exponen permanentemente al virus.

DC: Pero hay países que volvieron a tomar medidas...

LC: Sí, es que la pandemia va a terminar de infectar a todos. Lo más importante es que, cuando me infecte, yo esté preparado. Si cuando me agarra yo estoy vacunado y tengo un antiviral, no va a ser problemático. Ya está demostrado que, a pesar de la vacunación, vamos a seguir sufriendo infectados. Es como que me digas "¿Luis, podes parar de infectarte contra la gripe?" la respuesta es no. No podemos eliminar el virus.

DC: Podemos decir entonces que ya no es tan necesario observar la tasa de contagios, sino el nivel de inmunidad...

LC: El nivel de inmunidad para que no se termine en terapia intensiva y muertes. La variante Delta sin vacunas, por ejemplo, hubiese sido un desastre. Estamos en la recta final, pero todo depende de si nos vacunamos. Tenemos que tener un 80% de vacunación como para que haya poca circulación y tengamos un virus tolerable. Creo que la ola que se viene va a ser un poco peor de la que teníamos proyectada, y esto es consecuencia de nuestra conducta. No será popular lo que te digo, pero estoy convencido.