El teatro fue y es una de las industrias que más padeció los efectos del aislamiento social. Las dificultades de la pandemia y las posteriores medidas de aislamiento que en la Argentina rigieron durante meses obligaron a actores, actrices y productores a reconvertirse. El streaming proliferó y las obras al aire libre son una alternativa cuando lo permiten las condiciones del tiempo; pero algunas cosas cambiaron y los coletazos de la crisis impactaron fuertemente en el sector.

Mauricio Dayub ve con tristeza que algunos colegas hayan suspendido la temporada en Mar del Plata por la falta de público pero encuentra explicaciones en el contexto, en situaciones excepcionales y en la confusión generalizada: afirma que "ni en la Argentina ni en el mundo se detectaron contagios en los teatros", que los protocolos se están respetando y pide poner énfasis en la necesidad de alcanzar información clara a los espectadores.

Dayub encara la temporada con entusiasmo y en un momento de su carrera que lo encuentra bien cerca de su profesión. “Para ser un gran actor hay que sentirse un principiante siempre”, expresa en la tercera semana de “El equilibrista”, destacado unipersonal que protagoniza en Mar del Plata. “Un viaje retrospectivo hacia los orígenes, que prepara el terreno para que cada espectador reviva parte de su historia. Ir al encuentro de la identidad parece ser la esencia, para saber de dónde venimos y, fundamentalmente, hacia dónde vamos”, según describe la crítica de Candela Gomes Diez en Página 12.

El versátil actor sostiene que “con pandemia, más equilibrio hay que hacer en la Argentina”. La entrevista completa:

Data Clave: En términos personales, ¿cómo evaluás los primeros días de la temporada en el teatro marplatense?

Mauricio Dayub: Como un hecho insólito: el 26/12 levante el telón de la temporada siendo el único espectáculo. Recién en enero se sumaron algunos más.

DC: ¿Qué representa para vos que colegas tengan que irse de Mar del Plata porque no hay suficiente público para que el trabajo rinda?

MD: Me da tristeza, claro, porque se lo que significa y también es una preocupación. Pero estamos en plena pandemia, no es parámetro de nada, es una situación coyuntural. No tiene que ver ni con el espectáculo en sí mismo, ni con nuestro público. Son las informaciones del coronavirus y la forma en que se anuncian las que producen estas confusiones. El teatro hasta hoy, desde su apertura con protocolo, no ha producido contagios ni en Buenos Aires ni en Mar del Plata. Tampoco en Europa. Con protocolo, ningún país detectó contagios en el teatro.

DC: ¿Considerás que se pudieron haber tomado medidas que favorecieran a actores y actrices adaptadas al contexto? ¿Sentís que fue un rubro poco priorizado por las autoridades?

MD: Todo lo que se hizo y se está haciendo se hace como se puede, con el desconocimiento propio que produce un virus del que se sabe poco. Pasó en todo el mundo. La temporada se anunció tarde, la apertura de los teatros se dio luego de informar que no se abrirían. Finalmente se abrió al 30% de la capacidad. Y apenas comenzó, los primeros días de enero, durante 48 horas se bombardeó en los medios con que se venía un toque de queda. Son demasiadas confusiones para lograr que a nuestro público le llegue la clara información de que el Teatro está cumpliendo responsablemente el protocolo: nos viene dando confianza y lo estamos haciendo porque no se han detectado contagios. Si ocurriera, por supuesto que dejaríamos de hacerlo porque todos -empresarios, artistas, y público- preferiríamos priorizar la Salud.

DC: ¿Es hora de pensar otro tipo de teatro?

MD: En los nueve meses de teatros cerrados durante el 2020, el streaming hizo su tarea. El teatro seguirá siendo presencial, aunque el streaming se pueda seguir desarrollando. La Argentina es una de las tres potencias teatrales más grandes del mundo: tenemos público para todas las propuestas.

DC: ¿Qué se gana y qué se pierde con el teatro al aire libre? ¿Influye que el espectador deba usar barbijo y mantener distancia social con el resto del público?

MD: El teatro al aire libre es una variante más. Bien hecho puede funcionar igual que el teatro en sala. Solo lo modifican las inclemencias del tiempo. El barbijo y la distancia social provocan que el público se sienta menos desde el escenario. Pero si el corazón del artista funciona bien, llega al corazón del público y vibran ambos.

DC: ¿De qué forma definiríamos esta etapa de tu carrera si contempláramos como “fecha de inicio” el 19 de marzo de 2020, cuando Alberto Fernández decretó el aislamiento obligatorio?

MD: Me he reencontrado con el deseo esencial, con la vocación que me trajo hasta acá. No lo había perdido, pero lo siento más cercano y no hay nada mejor que estar cerca de la vocación. Para ser un gran actor hay que sentirse un principiante, siempre. La pandemia retiró algo de lo profesional, que a veces nos aleja de la vocación. Mientras el protocolo permita trabajar con el 1%, estaré arriba del escenario. Soy 100% teatrero en todos los rubros.

Mauricio Dayub, equilibrista en plena pandemia: “Mientras el protocolo permita trabajar con el 1%, yo voy a estar arriba del escenario”

DC: ¿Trabajar en la actuación durante una pandemia es ser un equilibrista?

MD: Es ser un equilibrista “vivir” en pandemia. Todas las profesiones, incluido el teatro, se ven afectadas en pandemia. Con pandemia, más equilibrio hay que hacer en la Argentina.