Un pescador volvía de una isla el domingo por la tarde cuando su lancha tocó algo duro sobre el río Paraná, a la altura de Posadas, la capital de Misiones. Cuando se detuvo a mirar, la sorpresa: era una camioneta.

Lo habitual en estos casos: el aviso a la Prefectura Naval. Cuando los efectivos llegaron al lugar se encontraron con una nueva sorpresa: dentro de la camioneta Ford Ecoesport, en el asiento del conductor había un hombre sin vida.

Después de que los buzos consiguieron sacar la camioneta, se pudo identificar al cadáver. Se trataba de Ariel Andrés Horacio Arteaga, quien falleció por "asfixia por inmersión", según lo determinó la autopsia que se realizó en la tarde del lunes.

El estudio forense determinó que el cuerpo no registraba signos de violencia. Tampoco le faltaba la billetera ni el teléfono celular, por lo que los efectivos descartaron la posibilidad de que se tratara de un homicidio en ocasión de robo.

El fallecido tenía 37 años y trabajaba en el Poder Judicial. Su familia había hecho la denuncia por su desaparición e incluso habían recorrido las comisarías de la zona para averiguar si había sido detenido.

Según trascendió, el hombre aparentemente habría salido de un boliche céntrico de la capital provincial, alrededor de las 4 de la mañana del domingo y desde ese momento nadie más supo de su paradero.

Por eso ahora la duda de los investigadores es si se trató de un accidente o de un suicidio. La camioneta se encontraba a unos 15 metros de la costa del río, donde hay una bajada para lanchas.

Según lo que se pudo reconstruir, el hombre mantuvo contacto telefónico con amigos y conocidos hasta las 2.30, aproximadamente. Lo sucedido después de esa hora es lo que se intenta determinar con precisión.

Las fuentes consultadas señalaron que el rodado no presentaba marcas de alguna colisión reciente y en la escena tampoco se detectaron rastros de frenadas, por lo que también se presume que no hubo un intento por frenar la entrada de la camioneta al agua..