Indudablemente la pandemia por COVID-19 tuvo grandes efectos en el ámbito laboral de las personas, ya sea al trabajar desde casa o al asistir al trabajo, y eso se refleja en las estadísticas que muestran un incremento del síndrome de burnout en la Argentina.

El “burnout” o agotamiento es un síndrome conceptualizado como resultado del estrés crónico que se refiere específicamente a fenómenos en el contexto ocupacional. Se caracteriza por tres dimensiones: sentimientos de agotamiento o falta de energía, sentimientos de negativismo o cinismo relacionados con el trabajo y, por último, eficacia profesional reducida.

De acuerdo a un estudio realizado por el portal de empleos Bumeran, la ocurrencia del síndrome en Argentina es del 80,2%, al igual que en Chile. En Perú es del 72,9% y en Panamá el 53,6%. A nivel regional, los usuarios han experimentado en su mayoría estrés, falta de motivación y un agotamiento fuera de lo normal a causa de la carga excesiva de trabajo.

Luego de un año y medio de pandemia, el 86% de usuarios de la región asegura que se encuentra más “quemado” que el año pasado. Además, para aquellos que trabajan de manera remota, un 45% asegura que le genera ansiedad la vuelta a la oficina.

En el caso de Argentina, la cifra de usuarios que admiten estar más agotados que el año pasado alcanza el 90%.

A su vez, un 53% de los usuarios argentinos admite que trabaja más horas de lo que dura la jornada laboral. La pandemia pone sobre la mesa la organización de los horarios de trabajo, puesto que con ella se aceleraron fenómenos que podrían alimentar esta tendencia que aumenta los períodos de empleo.

A la hora de organizar la carga laboral y la vida personal, en Latinoamérica el 51,4% asegura no haberlo logrado porque les resulta difícil establecer una planificación de horarios semanales, coordinar las tareas del hogar junto a la pareja o familiares, no cuentan con un espacio personal para trabajar o la falta de actividades extra-escolares de los hijos no les permite poder hacerlo. 

En busca de una solución al síndrome del “burnout”, el 72% de las personas intenta realizar actividades que alivien el estrés y ayuden a desconectar del trabajo. Entre las principales actividades, se encuentran realizar yoga, gimnasia y otros ejercicios de relajación, también leer o mirar series.

Además, algunos optan por mantenerse en contacto con sus seres queridos y hablar de los problemas enfrentados para mitigar el impacto del malestar. 

Por el contrario, el 48,6% garantiza que ha podido organizar lo laboral y lo personal a través de planificaciones semanales, con la ayuda de su pareja o familiares y teniendo a disposición un espacio propio para trabajar. Sin embargo, a la hora de contabilizar la cantidad de horas dedicadas a las tareas domésticas, la mayoría de los usuarios en Argentina, Perú y Chile admite que le dedica dos horas o menos. Panamá es el único que difiere de esta línea , ya que los usuarios destinan entre dos y cuatro horas  al orden del hogar.