Hace unas semanas, la alarma se encendía en India. La curva de contagios ha comenzado a descender en el país asiático, y tras registrar picos de casos arriba de los 400 mil, esta semana promedió 237 mil positivos diarios. Pero la alarma no se encendía únicamente por la crítica situación sanitaria y epidemiológica, se encendió por la aparición del hongo negro, una infección fúngica que impacta particularmente a convalecientes de coronavirus y que produce la muerte del tejido corporal.

Lejos de apaciguarse, la alerta se trasladó ahora a Sudamérica, tras confirmarse este miércoles un caso de hongo negro en Uruguay. La aparición de mucormicosis en un contagiado de coronavirus fue reportado el infectólogo Henry Albornoz de la Universidad de la República, quien señaló que un paciente de 50 años con diabetes empezó a presentar necrosis en la zona de las mucosas. La conclusión de Albornoz es que el paciente se había infectado con mucormicosis. 

“Lo importante no es la identificación de un caso, sino la advertencia de que el desgaste inmunitario que causa la Covid-19 puede dejar terreno fértil para otras infecciones”, señaló el infectólogo. Según Zaiza Arteta, infectóloga uruguaya, la mucormicosis es “uno de los hongos más oportunistas porque necesitan un daño previo para poder crecer”. Además, detalló que las lesiones en pacientes con coronavirus “suelen estar en los senos paranasales, las mucosas y los pulmones”.

Es apenas una señal de alarma. En India, y en las últimas semanas, se han reportado 9.000 casos de pacientes que luego padecieron el hongo negro.