Tras la decisión del gobierno nacional de reducir la cantidad de ingreso de pasajeros diarios de 2000 a 600 para prevenir los contagios de la nueva cepa Delta de Covid-19, continúa la polémica por los argentinos varados en el exterior.

Según informó Aerolíneas Argentinas, canceló 59 de los 90 vuelos que tenía programados hasta el 11 de julio. Hay vuelos cancelados a Miami, Santiago de Chile, Asunción, Madrid, entre otros destinos internacionales.

“Debido a las nuevas restricciones definidas por las autoridades nacionales en la Decisión Administrativa 643/21, nuestra programación internacional ha sufrido cambios y cancelaciones”, señalaron desde la línea de bandera nacional.

Por su parte, la directora nacional de Migraciones, Florencia Carignano, sostuvo que con las nuevas medidas hacia los argentinos que vuelven del exterior “se privilegia la actividad interna y a los argentinos que se tienen que vacunar”.

En diálogo con CNN Radio, la funcionaria expresó: “No es un problema que alguien vuelva más tarde de sus vacaciones”. Y remarcó: “Son medidas antipáticas, pero nos toca esta situación. Si esto sigue así, las medidas van a continuar en julio y agosto”.

Cabe recordar que la medida rige desde hoy y por 14 días, en primera instancia, solo podrán ingresar 600 argentinos o residentes cada 24 horas. Pero desde Migraciones confirmaron que quienes tomen un avión en estos momentos, seguramente no podrán regresar en la fecha estipulada en el pasaje.

Es preciso comparar estas restricciones con la situación en el resto del mundo. En efecto, 101 países tienen cerradas sus fronteras y solo pueden entrar los ciudadanos, los residentes que regresan a casa o las personas en otras circunstancias especiales.

En cambio, 113 países tienen sus fronteras abiertas con restricciones: están abiertas a aquellos viajeros que cuenten con la pauta completa de vacunación, y/o que faciliten el resultado negativo de una prueba PCR o de antígenos de COVID-19 y/o que se sometan a una cuarentena a su llegada. En este último grupo de países se encuentra la Argentina.
 

En tanto, desde la Cámara de Compañías Aéreas en Argentina (Jurca) señalaron que las medidas del Gobierno significan un “virtual cierre de fronteras” del país y que todas las compañías fueron “fuertemente afectadas”, ya que tuvieron que cancelar o reprogramar sus vuelos previstos para lo que resta del mes de junio y parte del mes de julio, en función de las autorizaciones recibidas hasta el momento.

“Varias compañías aéreas han recibido cancelaciones de los vuelos que estaban aprobados hasta fin de mes, incluso algunas fueron informadas en el mismo día del vuelo, lo cual deja a nuestros pasajeros con la inesperada sorpresa de no poder regresar. Considerando que hay casos de líneas aéreas que tienen un solo vuelo para los próximos quince días desde algunos destinos, esto deja a nuestros pasajeros en una situación realmente preocupante por la falta de opciones de conectividad”, indicó Felipe Baravalle, director Ejecutivo de Jurca en un comunicado.

“Estamos tan sorprendidos como los pasajeros por lo drástico de esta medida de la cual no fuimos participes. Solicitamos a las autoridades nos reciban para presentar opciones de regreso para los miles de pasajeros que se verán afectados por esta medida”, agregó Baravalle.

Por su parte, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) solicitó con urgencia una reunión con el Gobierno. “Comprendemos que el Gobierno argentino está enfocado en proteger la salud y el bienestar de sus ciudadanos. Sin embargo, la nueva reducción de 70% en el número de pasajeros internacionales que puedan llegar diariamente al país, obligará a las aerolíneas a dejar en el extranjero a miles de pasajeros, principalmente ciudadanos y residentes argentinos, sin que ellos tengan la culpa”, dijo Peter Cerdá, vicepresidente Regional de IATA para la región en un comunicado.

Tal como está, las compañías aéreas no podrán aplicar la nueva norma del Gobierno. Como mínimo, deberían informar de cómo se distribuirán las 600 plazas entre las compañías aéreas que prestan servicios internacionales de pasajeros al país. Esto debe hacerse de forma no discriminatoria y transparente. Pero al tomar estas decisiones unilaterales y de corto plazo, el gobierno corre el riesgo de aislar aún más al país. Tenemos que aprender a vivir con el COVID-19 en adelante y las autoridades responsables tienen que seguir la ciencia y no dejar que el miedo guíe sus decisiones”, concluyó Cerdá.

Un antecedente a tener en cuenta: autorizaron un vuelo especial para varados en Panamá

El Gobierno autorizó “por única vez” el retorno de un vuelo con argentinos que se encontraban varados en Panamá, e informó que la decisión fue “por estrictas razones humanitarias”.

El Ministerio de Transporte de la Nación emitió en la noche del domingo un comunicado oficial en el cual indicó: “Ante la situación de público conocimiento provocada por la empresa Compañía Panameña de Aviación –COPA- que derivó en que pasajeros quedaran varados en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, es importante señalar lo siguiente:

El Gobierno argentino procedió a autorizar por única vez, con carácter de excepción, y por estrictas razones humanitarias, un vuelo al solo fin de permitir el retorno al país de todos los pasajeros/as afectados/as por dicha situación.

Todas las compañías aéreas que operan en la República Argentina están obligadas al cumplimiento de las normas vigentes en el territorio nacional, sin excepción.
Se ha detectado que la citada empresa se encuentra vulnerando de manera sistemática las regulaciones argentinas vendiendo pasajes en vuelos no autorizados por nuestro país.
COPA ya había sido informada que el vuelo con arribo para el día lunes no se encontraba autorizado por la Administración Nacional de Aviación Civil.

Por tal motivo, se iniciarán los procedimientos de sanción pertinentes a una infracción considerada grave por cuanto no solo importa el no cumplimiento de la normativa argentina sino también perjuicios a los usuarios y desobediencia a la autoridad regulatoria y fiscalizadora de la actividad en nuestro país, violando de ese modo los consensos internacionales sobre los que se basa la actividad”.