Como en las películas más sangrientas, dos sicarios de la Mafia China realizaban ataques con granadas de gas lacrimógeno, bombas incendiarias e inclusive disparos en las piernas a los responsables o empleados de los comercios a los que extorsionaban.

Los dos extorsionadores junto al jefe de una organización mafiosa que opera en nuestro país fueron detenidos por efectivos de la Policía Federal en las últimas horas, luego de varios meses de investigación.

Para probar que habían cumplido con el "encargo" o el apriete, los dos sicarios tenían que filmar las agresiones y enviarles los videos al jefe para corroborar que habían hecho lo que les habían ordenado.

Según confiaron fuentes policiales a Data Clave, la información se obtuvo de uno de los celulares secuestrados a dos sicarios. Para cobrar por sus “trabajos”, su Jefe les exigían un video donde quedara documentado que efectivamente el mensaje a los damnificados llegaba.

Los mafiosos les entregaban notas a los supermercadistas chinos, donde se les exigían una importante suma de dinero a cambio de brindarles protección.

Los dos sospechosos fueron detenidos en las inmediaciones de un supermercado chino mientras llevaban cartas de carácter extorsivo.

En la investigación intervino el Juzgado Criminal y Correccional a cargo de Darío Bonano, quien delegó la investigación en la Fiscalía Nro. 8, cuyo titular ordenó la intervención de la División Antifraude de la Federal, con mayor experiencia en la investigación de este tipo de extorsiones de la Mafia China en la Argentina.

"El estudio de la información contenida en los teléfonos celulares fue el puntapié inicial, no solo para establecer a que facción de la mafia respondían los detenidos, sino además para documentar una importante cantidad de hechos de carácter extorsivo a los que habían sido sometidos diversos supermercadistas", dijeron las fuentes.

Se hallaron videos y audios en donde se pudo advertir los violentos ataques y a partir del análisis de los aparatos, se pudo individualizar los comercios y personas sobre quienes se llevaron a cabo estas acciones delictivas.

Tras meses de investigación, los detectives pudieron determinar que los detenidos respondían a uno de los cabecillas de la facción de la mafia china llamada AC (Argentina – China), conocido en ese ambiente como Adrián.

Su localización resultó extremadamente dificultosa, habida cuenta de los nombres y seudónimos que suelen utilizar en pos de no ser identificados por las autoridades policiales. Finalmente, y tras semanas de tareas encubiertas, los agentes pudieron dar con el buscado e identificarlo correctamente.

Este lunes, el juez Bonano libró seis allanamientos en la ciudad de Buenos Aires, lo que permitió detener al jefe y secuestran dinero en efectivo, equipos de comunicación, maquinas cuenta billetes y una importante cantidad de teléfonos celulares, entre los cuales se presume que estaría aquellos utilizados para las maniobras extorsivas.