La provincia de Santa Fe se vio conmocionada en las últimas horas por el caso de un hombre que habría abusado de tres menores e incurrido en 200 hechos de grooming. La mayoría de las víctimas son niñas que hacen patín.

El presunto abusador fue detenido en Carcarañá. Tiene 30 años y es oriundo de Armstrong. La fiscalía de Cañada de Gómez identificó a este señor tras una exhaustiva investigación, en la cual la psicóloga de la Fiscalía advirtió del alcance de los hechos. Encontró perfiles y patrones comunes en varios casos de diferentes abusos, dos de ellos denunciados el año pasado, indicó la fiscal a cargo, Gabriela Lescano.

En el Día Internacional de la Internet, Data Clave, dialogó con el presidente de la ONG "Si nos reímos, nos reímos todos", Arístides Álvarez, quien sostuvo que para prevenir estos casos, los padres deben crear un vínculo de confianza y diálogo con los hijos. De esta manera, ante cualquier situación extraña que experimenten en las redes, los chicos y chicas se atrevan a contarlo.

El presunto abusador, les decía sus víctimas que era una nena que también hacía patín, para generar confianza y familiaridad. "Contactaba a nenas que hacen patín, no lo digo para generar miedo sino para denunciar", dijo la fiscal, quien amplió detalles en diálogo con De 12 a 14.

Álvarez indicó: "Si estamos ante padres autoritarios que lo primero que hacen cuando un chico les va a contar algo que le pasó o que hizo mal, lo retan, lo sancionan, lo castigan, probablemente no le cuenten y cuando se enteran por ahí ya es demasiado tarde. Tiene que haber una relación, un vínculo de confianza, de diálogo con los niños".

Además, sugirió que los adultos aprendan a usar las herramientas tecnológicas que usan los chicos. “Conocer las qué redes sociales y cómo funcionan, por ejemplo Instagram o Tik Tok, los servicios de mensajería y los videojuegos, que es otra puerta de entrada a los acosadores y pedófilos. Si un papá rechaza la tecnología es muy difícil que los pueda ayudar. Es como querer enseñarle a tus hijos a andar en bici si no sabés andar”, advirtió Álvarez.

Algunas de las señales de que los niños están sufriendo grooming son los cambios de actitudes, de hábitos, de alimentación, que indican que algo está sucediendo.

Estar atento a todo esto es fundamental, sin invadir la privacidad. Quizá, ese límite finito, es lo más difícil de lograr. “Ellos siempre confían en algún adulto, sean los padres, un profe. A partir de ese vínculo está la posibilidad que nos cuenten cuando están viviendo alguna situación de acoso. Por eso ese vínculo hay que crearlo a partir de la confianza, con límites, con charlas, pero nunca persiguiéndolos, que nunca se sientan invadidos o acosados por nosotros mismos, explicó Álvarez.

A los niños y adolescentes les recomienda que cuando detecten que de alguna manera son acosados o amenazados enseguida cuentan a un adulto de esto. “No se lo guarden, no tengan miedo de pedir ayuda”, dijo el profesor.